lunes, 29 de diciembre de 2008

US 3 “Say What” 2007

01. Say You Belong to Me VIDEO
02. Man on Top
03. ABC Listen Up

04. Afrodisiac
05. I Don’t Care
06. VIP. Can You Hear me Now
07. Truth and Lies

08. Intoxicated
09. The Day That I Died

10. How About it Baby
11. If You Don’t Know

12. I’ll be Right Back
13. Money on my Mind

Geoff Wilkinson: teclados, percusión, programaciones
Akil Dasan:
voz
Gastón:
voz
Adeline:
voz
Barry Greene:
teclados
John Crawford:
teclados
Mike Gorman:
teclados
Ross Stanley:
teclados
Ernie Cranemburgh:
guitarra
Phil Donkin:
bajo
Ed Jones:
saxo
Chris Storr:
trompeta

producido por
Geoff Wilkinson
grabado por
Richard Boal

US-3 esta banda inglesa que en el año 94 nos había sorprendido con el disco “Hand On the Torch” (Blue Note,1994) “Cantaloop (Flip Fantasia)” o “Tukka Yuts Riddim”, esta vez lo hace con este disco editado recientemente en el 2007. Y creo que lo hace de la mejor manera e incluso más renovada. Sin dejar de lado su esencia de Hip Hop y esos arreglos y samplers jazzeros que a veces le aporta el Dj o que otras lo aportan sus mismos músicos, pero que siempre la caracterizaron esta vez se fusionan con un soul de ultima generación que la convierten en una de las mejores bandas de Acid Jazz. De todas aquellas bandas que surgieron en los albores de los años 90´s y que se hicieron famosas por un par de temas nomás, US 3 le pone la tapa a todos y demuestra que a pesar del tiempo cada vez que vuelven lo hacen a lo grande y mejor todavía. Con este 6to disco de US3 “Say What!?”, producido por el creador de la banda Geoff Wilkinson, no hace más que arrastrar a la banda a los límites del hip-hop, jazz y R&B. Este disco como el anterior, “Schizophonic”, 2003 nuevamente presenta a los rappers Akil Dasan y Gaston junto con la joven voz de Adeline. Esto es algo que no suele hacer comenta el productor, pero como la química había funcionado muy bien probó nuevamente esta fórmula. Esta vez, la banda nos da probar un vuelco de R&B más contemporáneo mostrándonos con el ejemplo de su primer tema "Say You Belong To Me". Pero nuevamente el disco tiene mucho colorido brindado principalmente por los bronces y la batería en temas como "VIP". Pero incluso logra una gran síntesis con ese groove de cuerdas jazzeras que aparecen en el tema “Afrodisiac” y hasta incluso cierto sabor basilero en “How ´Bout it baby”. La idea original de este productor hace 14 años en Londres (allá por los comienzos de los 90) y mezclar jazz y hip-hop ha sido una formula altamente probada en las discos y los boliches, que incluso después de tanto tiempo sigue estando copado de escuchar y de bailar. Son de esas músicas en las que uno no deja de mover el piecito y le dan ganas de estar en algún pub con alguien conversando y tomando algo. Este disco tiene todo el groove y el ritmo que un buen disco de hip hop debe tener. Creo que la mayoría de los temas son buenos y no tienen desperdicio. Principalmente aquellos donde se lucen los intrumentos como las guitarras tipo Wes Montgomery o las trompetas del estilo funky de Donald Byrd lo hacen muy potente de escuchar y de apreciar. Además no es un hip hop endulcorado sino que son líricas que se las traen y que golpean. Excelente disco que espero salga editado por acá. Gracias US 3. Si quiere más: consiga sus primeros albums “Hand on the torch” o 52nd & Brodway” o sino dele una repasadita a otras bandas como Digable Planets, A tribe Called Quest, Guru JazzMatazz, etc
Lic. Valentino Bertone
“NoTanDistintos”

FM Urbana
http://www.notand.blogspot.com/

martes, 23 de diciembre de 2008

Eliane Elias "Something For You" 2008

01. You and the Night and the Music (Schwartz)
02. Something For You (Bill Evans) (ver video)
03. A Sleepin’ Bee (Truman Capote)
04. But Not For Me (George Gershwin)
05. Waltz For Debby (Bill Evans)
06. Five (Bill Evans)
07. Blue in Green (Miles Davis, Bill Evans)
08. Detour Ahead (Ellis)
09. All Mine (Guerra)
10. My Foolish Heart (Victor Young)
11. But Beautiful (Johnny Burke)
12. I Love my Wife (Cy Coleman)
13. For Nenette (Bill Evans)
14. Evanesque (Bill Evans, Eliane Elías)
15. Solar (Miles Davis)
16. After All (Eliane Elias)

Eliane Elías: voz, piano
Marc Johnson: contrabajo
Joey Baron: batería

producido por Eliane Elías & Marc Johnson
grabado por Brian Montgomery

Una de mis favoritas, una gran pianista con una voz muy sensual, Eliane Elías publica su trabajo “Something for you”. Un disco con una historia. Meses antes de pasar a la inmortalidad, Bill Evans tenía en carpeta una serie de temas para grabar el lo que sería su próximo disco. En una sesión de ensayos, Evans grabó cassettes de los mismos y le los dio a Marc Johnson, su último bajista para que se vaya haciendo a la idea de los temas; para que vaya escribiendo sus líneas de bajo. La frágil salud de Evans cortó el proyecto y Johnson archivó las grabaciones; pero recién volvio a encontrarlas mucho tiempo atrás cuando parecía que estaban perdidas. Quien mejor que su mujer, Eliane, para transcribir y, en cierto modo, terminar la obra inconclusa de Evans? Es así que, hoy, tenemos este disco. Acompañando a Eliane y a Johnson, el baterista Joey Baron completa el trío que, junto a los últimos temas de Evans repasan algunas de las piezas favoritas y temas propios del gigante Bill, mas un original de Eliane y un par de temas donde aparece la firma de Miles Davis. Y lo hace bien. Fiel a su costumbre, Eliane nos entrega un buen disco; bien hecho, cálido, intimo, amable, fácil de escuchar sin que esto signifique que sea hacer un poco de música de compromiso para cumplir un contrato, al contrario, se nota la calidad de Eliane en el piano y de Johnson en el bajo; sin ser genios creativos o músicos de excepción hacen que la música sea un hecho mas que agradable, y lo hacen con solvencia, con experiencia y con muy buen gusto. Baron cumple bien con su trabajo y junto a Johnson arman una buena base para la expresividad sutil del piano y voz de Eliane. Con todo esto, y recordando que el disco es realmente bueno y las interpretaciones son de altísima calidad, hay alguna que otra observación para hacerle. La primera y fundamental es que al disco le falta.... fuego, espíritu; ese algo que convierte a un buen disco en algo excelente, memorable. Aún con una intención inmejorable como publicar los últimos temas de Evans y rendirle tributo al gran Bill, suena todo como muy lavadito, muy antiséptico; falta pasión, energía, entrega. A esto se le agrega que todo el disco es tendiente hacia lo melancólico; aún en temas donde el tono es evidentemente mas enérgico, el modo de tocar tiende a lo excesivamente calmo; transmitiendo siempre un clima, si bien cálido y amable, con mucha tendencia a lo oscuro y melancólico. Muchos pueden encontrar esto, con el pasar de los temas, sencillamente aburrido. Y en algún que otro pasaje del disco, el trío esta un poco desbalanceado; Eliane tapa mucho a la base, falta un poco de delicadeza, de colaboración en la interpretación. Sin perjuicio de esto, insisto en que es un buen disco. Buen jazz para cualquier ocasión; no será recordada por este disco, pero no desentona en la obra de Eliane y puede ser bueno para empezar a conocer a esta gran pianista. Seguidores de Eliane no van a ser defraudados por este trabajo.

Alberto “Tano” Rosso
"NoTanDistintos"
FM Urbana
www.notand.blogspot.com

John Mayall "Jazz Blues Fusion" 1972

01. Country Road
02. Mess Around
03. Good Times Boogie
04. Change Your Ways
05. Dry Throat
06. Exercise In C Major For Harmonica
07. Got To Be This Way
(ver video de John Mayall)

John Mayall: voz, guitarra, piano, armónica
Freddy Robinson: guitarra, coros
Larry Taylor: bajo
Ron Selico: batería
invitados
Clifford Solomon: saxo
Blue Mitchell: trompeta

“Jazz Blues Fusion” es el disco que hizo que el Jazz me interesase ... así podría haber titulado la entrada.Estaba yo haciendo la mili (1997, creo recordar), cuando, aprovechando que acababa de cobrar el generoso sueldo (1500 ptas) con el que se nos obsequiaba a los soldados de reemplazo, decidí invertirlo íntegro en un disco. Por entonces de John Mayall ya tenía más de una referencia (incluyendo su “Beano Album”, junto con Eric Clapton), así que sabía que, mejor o peor, al disco que estaba observando en el estante de las "series medias" se le podía presuponer un mínimo de calidad. Quizás lo que hizo que me decidiese fue (aparte de la preciosa portada y el sugestivo título), uno de los nombres que figuraban en el reverso del disco, el del bajista de la banda ... Mr. Larry Taylor, uno de los mejores (si no el mejor) bajista de blues que yo haya oido nunca ... y es que a nadie se le escapa el peso específico que el bajista de los Canned Heat puede imprimirle a una banda.Así pues, como no necesitaba mucho más, el disco se vino conmigo a casa, y lo que encontré en él hizo que mis ojos se abriesen un poco más; ya no son solo las canciones (de las cuales aún hoy, solo en dos de ellas conozco su autoría) ... muchas de ellas son realmente buenas. Tampoco la labor como bajista de Taylor (tan impresionante y exacta como siempre); es que además están el resto de la banda, los cuales merecen comentario aparte.Cuando me compré el disco y solo por entonces, lo único que llegaba a comprender era lo buenos que eran estos tios ... ¿como era posible que un boogie tan lento y farragoso como “Country Road” pudiese sonar tan ágil y tan fluído?, ¿o como era posible que canciones como “Mess Around”, “Good Times Boogie” y (especialmente) “Change Your Ways” me invitasen a menear los pies? ... joder, estábamos hablando de Blues ... la madre de casi todas la músicas contemporáneas, una música cuyas raíces eran antiquísimas y desconocidas ... no estábamos hablando de Pop bailón. La respuesta estaba (como mucho más tarde acerté a comprender) en lo que allí se mezclaba; nada más y nada menos que los ritmos "jazzys" y sobre todo "aswingados" que monstruos como Ron Selico, Clifford Solomon, Blue Mitchell y Freddy Robinson se encargaban de encajar en toda esa deliciosa amalgama. Fue mucho más tarde que comprendí la importancia que esos nombres tienen en la historia del Jazz; Blue Mitchell tocó con Horace Silver, Cannonball Aderley y Ray Charles, por poner solo algunos ejemplos ... pero es que además por el grupo que llevaba su nombre pasaron gente como Chick Corea o Al Foster ... "casi ná". Ron Selico no tiene un currículo menos espectacular ... grabando con monstruos como Albert King (al igual que Solomon) o James Brown, pero es que además su nombre aparece en los créditos de unos de mis discos favoritos; el “Hot Rats” de Frank Zappa.
Y luego está mi verdadero descubrimiento ... y es que el trabajo que Freddy Robinson hace a las seis cuerdas es tremendo. Pocos guitarristas me parecen tan finos como Robinson (y lo digo siendo un gran admirador de gente como Kenny Burrell, Grant Green o Barney Kessel); es sobrehumana la facilidad con la que Freddy te lleva de un emotivo (y blusero) bending ejecutado con más de un matiz hasta uno de esos vuelos (literales) sobre el diapasón en uno de esos fluídos y rápidos fraseos tan característicos del Jazz ... la verdad es que he de reconocer que la figura de Freddy Robinson fue el detonante de que empezase a interesarme por éste género tan (a menudo) inescrutable para mí.Como último apunte, mencionar el sonido de éste disco, que no deja de ser un directo, pero claro, si a los mandos está Eddie Kramer poco más puede decirse, la verdad. Por todo ello (y mucho más) le debía una entrada a éste disco y me gusta pagar mis deudas; asi es que disfrutadlo si aún no lo habéis hecho.

Mariano Otero "Cuatro" 2008

01. Brown
02. Hasta el cielo
03. Lomos
04. Rebel
05. Buzzy
06. Espíritu
07. Zep
(ver video de Mariano Otero)

Mariano Otero: contrabajo
Richard Nant: trompeta
Juan Cruz De Urquiza: trompeta
Mariano Loiácono: trompeta y fluegelhorn
Juan Canosa: trombón
Ramiro Flores: saxo alto
Rodrigo Domínguez: saxo soprano
Carlos Michelini: saxo tenor
Gustavo Musso: saxo tenor
Martín Pantyrer: clarinete
Hernán Jacinto: piano
Miguel Tarzia: guitarra eléctrica
Patricio Carpossi: guitarra eléctrica
Sergio Verdinelli: batería

Hace rato que Mariano Otero (contrabajista, compositor, band leader) ha dejado de ser el marido de la actriz Florencia Peña, para convertirse en uno de los artistas más inquietos de la escena local del jazz. Aquí aparece en el formato de una big band de 14 músicos, entre ellos algunos de los más destacados de la Argentina como los trompetistas Richard Nant y Juan Cruz De Urquiza, el pianista Hernán Jacinto y el baterista Sergio Verdinelli, dentro de un verdadero dream team del jazz nacional que completan los saxofonistas Ramiro Flores, Rodrigo Domínguez, Carlos Michelini y Gustavo Musso, el clarinetista Martin Pantyrer, el trompetista Mariano Loiacono, el trombonista Juan Canosa y los guitarristas Miguel Tarzia y Patricio Carpossi, para interpretar un puñado de composiciones propias que promedian los 10 minutos cada una. No hay que pasar por alto el hecho de que la grabación se hizo en forma directa con todos los músicos tocando juntos y en algunos casos en una sola toma, algo muy poco usual en estos días. La improvisación ocupa, claro, un rol esencial, pero el hecho de moverse dentro de un grupo tan grande le brinda un soporte muy particular a cada solo. Dentro de un disco de factura muy cuidada, se destaca “Brown” el tema que abre el disco, mezcla de jazz y funk casi como un homenaje a James Brown, uno de los ídolos de Otero.

Guillermo Blanco Alvarado
"NoTanDistintos"
FM Urbana
www.notand.blogspot.com

lunes, 22 de diciembre de 2008

Dizzy Gillespie "Sonny Side Up" 1957

01. On the Sunny Side of the Street (Jimmy McHugh)
02. The Eternal Triangle (Stitt)
03. After Hours (Avery Parrish)
04. I Know That you Know (Anne Caldwell)
(ver video de Gillespie & Rollins)

Dizzy Gillespie: trompeta
Sonny Rollins: saxo tenor
Sonny Stitt: saxo alto & tenor
Ray Bryant: piano
Tommy Bryant: contrabajo
Charlie Persip: batería

producido por Norman Granz
grabado por Richard Seidel

Hubo un tiempo en que en la dirección de bastantes sellos discográficos había ejecutivos melómanos, cultos, fans de los mejores artistas de su catálogo. Y esos sellos eran rentables. Hoy los asistentes a esos consejos de administración corretean como pollos descabezados, sálvese quien pueda, siguiendo las directrices erráticas y las ocurrencias de analfabetos funcionales con vistosa starlette (latina o no) adosada; aplaudiendo las fusiones y contra-fusiones engendradas en la mente de algún crío prodigio de las finanzas aplicables a la charcutería, regalando por doquier sogas a todo aquel que tuviera ganas de ahorcarles. Hubo en tiempo, snif, en que el retrato robot del tipo con capacidad de tomar decisiones en esos ambientes tenía más rasgos de Norman Granz que de Tommy Mottola. Eran otros tiempos, definitivamente. A Granz le corría el jazz por las venas. Él convirtió el catálogo de Verve en uno de los monumentos sonoros del siglo XX y se dejó la piel para que sus artistas acabasen gozando de reconocimiento universal. ¿Táctica? Puro sentido común: poner en manos de cada uno de ellos los medios y los estímulos capaces de sacar lo mejor que llevasen dentro. Por ejemplo, Granz impuso la grabación, durante más de dos décadas, de incontables jams que buscaban la química perfecta entre músicos que no siempre parecían condenados a entenderse. "Sonny Side Up" es una de las piezas maestras en esa forma que tenía Norman Granz de invocar el milagro a base de tentar a los mejores músicos que se le ponían a tiro con la doble golosina de la libertad y de la disponibilidad de lujo, tiempo e inmejorable compañía en el estudio de grabación. Aquí Dizzy Gillespie parece oficiar como un amable maestro de ceremonias que no entra en la batalla encarnizada de los dos jóvenes tenores: Sonny Stitt y Sonny Rollins. Stitt, seis años mayor que Rollins, parece en estas cuatro piezas, sin embargo, el aspirante a líder de la manada que, buscando marcar territorio y ganarse respeto, enseña lo dientes a un Rollins que acepta el pulso y se las arregla para no perderlo, a base de subirnos unos palmos de cielo más arriba allí donde casi nadie le hizo sombra: en la improvisación. Rollins y Stitt caminan un rato, conversando amigablemente, por el lado soleado de la calle y, cuando Gillespie prende la mecha, se desata la mundial.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

John Lee Hooker “The Real Folk Blues” 1965

01. Let’s Go Out Together
02. Peace Lovin’ Man
03. Stella Mae
04. I Put my Trust in You
05. I’m in the Mood
06. You Know, I Know
07. I’ll Never Trust Your Love Again
08. One Bourbon, one Scotch, one Beer
09. The Waterfront
10. This Land is Nobody’s Land
11. Deep Blue Sea
12. Nobody Knows
13. Mustang Slly & GTO
(Mack Rice)
14. Catfish
15. I Can’t Quit You Baby
(Willie Dixon)
17. Want Ad Blues
18. House Rent Blues

John Lee Hooker:
voz, guitarra
Eddie Burns: guitarra
Lafayette Leake: teclados
Leroy Stewart: bajo
Fred Below: batería

En esta sección hemos recorrido la historia de esta música genuinamente americana (ninguna marca de tabaco rubio patrocina la presente crítica). Tenemos a un Earl Hines, un Charlie & Dizzy, un John Coltrane, un David Murray, etcétera. Es por ello que se me ocurrió tratar, no sé si por esta vez o de ahora en adelante, algún que otro disco de blues. Estamos ante un disco que por largos años estuvo descatalogado. Nos referimos a “The Real Folk Blues” de John Lee Hooker, publicado en 1965 para la discográfica Chess.
Cuidadín: esta discográfica ha hecho salvajadas auténticas, como transferir un vinilo a CD en plan casero y cutre, es decir, "utilice usted el programa de ordenador de turno registrando también el sonido de la aguja sobre el surco". Pero no nos alarmemos que no es el caso. Este disco suena de puta madre. Palabrita del Moro Juan. Aun siendo de 1965. Tenemos un conjunto de composiciones del maestro, excepto algunas pocas como "Mustang Sally", que no se trata de una versión del superhit de música soul que interpretó Wilson Picket, sino de otra versión de su compositor original, Mack Rice.
En el tema “This Land is nobody's land”, dice el libreto que, dada la fecha, podría referirse a Vietnam o al tema de los derechos civiles. Quien tuviera cerca ahora mismo a Agustín García Calvo para decirle al oído: "Mr. García, corazón... este negro maravilloso, ¿a quién le hablaba? ¿A los soldados de Vietnam o a los afroamericanos de los estados del Sur?" No sé hasta qué punto hay ese mensaje político, pues la recitación de Hooker suele referirse más al duende (recurriendo al argot gitano), a la vida, penas y alegrías de los afroamericanos que a otros derroteros. En el tema “Nobody Knows", el genio nos habla de que "soy un muchacho nacido en un barrio pobre, tengo ilusiones... pero no sé cómo..." Alguno pensará cuando lea esto que todos los vendedores de Kleenex del metro escuchan a John Lee Hooker.
“I can't quit you babe”, compuesto originalmente por el gran Willie Dixon, nos muestra una voz erótica, susurrante, el Moro Juan se está poniendo como un tomate y... ¡ya! John Lee, de joven o abuelete, no ha variado demasiado su voz; no es como el Joan Manuel Serrat de "Mediterráneo" (con la ovejita al lado, allá en el monte junto a Heidi) respecto al de “Sombras de la China”. Hooker es Café Negro, señores, Café Negro.

El Moro Juan
de
www.esponjiforme.com

Dave Brubeck "Time Out" 1959

01. Blue Rondo a la Turk
02. Strange Meadow Lark
03. Take Five
(Paul Desmond)
04. Three to Get Ready
05. Kathy’s Waltz
06. Everybody’s Jumping
07. Pick Up Sticks

Dave Brubeck:
piano
Paul Desmond: saxo
Eugene Wright: contrabajo
Joe Morello: batería

producido por Teo Macero
grabado por Fred Plaut
.
El piano de Dave Brubeck es inagotable: uno se imagina que puede no acabarse nunca, implicando golosamente a otros instrumentos, dando y quitando relevos, percutiendo el aire en un rizo liviano y casi casual de swing grácil, etéreo, tarareable y fresco a la vez, que el saxo de Paul Desmond aditamenta con el toque justo de pop, aunque entonces el pop todavía no existía. Así es Take five, el corte más popular de este "Time Out", el disco que este escribiente descubrió perdido en una biblioteca pública, editada en cd (cuando los cd's acababan de arribar al mercado) y que ahora considera pieza capital de mi modesta, aunque ya pujante, colección de jazz. Brubeck era el anti-divo. No se parece en nada a John Coltrane o a Dizzy Gillespie. Ni musical ni estéticamente. Ni siquiera guarda parecido físicamente. Brubeck es blanco y lleva unas gafas de pasta que lo hacen complemento perfecto para los personajes de Scooby-Doo. Su jazz no es furioso, ni contracultural: es hermoso, limpio, extraido de la banda sonora de un sueño infantil de Louis Armstrong.Desmond era en realidad el compositor de “Take Five”. Fue su pieza notoria, una de las canciones más conocidas del jazz, más populares entre quienes no comulgan (por desconocimiento, por apatía, por pereza, suele pasar) con esta música. Hay en este "Time Out” piezas igualemente memorables en la memoria del aficionado. Está "Blue Rondo a la Turk" o la gloriosa “Kathy's Waltz” que arrrebata por su cadencia clásica revestida de fundamentos dignos de algún Strauss. Pocos discos de jazz (ninguno, siendo estrictos en la aseveración) más luminosos que éste: injustamente devaluado, nació en la época equivocada. Arrasaba el free jazz, el be bop, el jazz de piruetas mágicas, ajeno a la ortodoxia de la melodia y entregado, con vocación rupturista, a la exploración cuasicientífica de nuevos tonos, de lenguajes sofisticados, vanguardistas. El aficionado purista recela de "Time Out" porque representa como ningún otra obra el jazz apropiado por la masa, aceptado masivamente, consignado como material de intercambio comercial. La melodía de “Take Five” todavía se oye en muchos anuncios y fue llevada a ventas masivas por la voz dulce y profunda de Carmen McRae.Que se empeñen en oscurecerlo: razonablemente desintelectualizado, es un disco maravilloso, contagioso, ideal para tutelar conversaciones suaves cuando la fiesta ha acabado y los feligreses departen entre cojínes el júbilo de esa ebriedad dulzona de saberse plenos, divinos casi. Es el disco con glamour del jazz: si uno es inocente y precisa un cierto adiestramiento en el género, éste es el disco ideal. “Take Five” o “Blue rondo a la turk” son las piezas idóneas. Si uno está ya de vuelta y anda metido en viajes astrales de más profunda hondura jazzística, tiene que volver a este disco como quien vuelve a su niñez, a la infancia reventona de juegos en al patio y nubes que pasan. Además (y un además muy importante) es uno de los discos más vendidos en la, en ocasiones, pobretona lista del jazz, dura poquito (38 minutos) y sabe a gloria. Cuando uno quiere sumergirse en terrenos más pantanosos, en experiencias de mayores y más barrocos vueltos (y éste no es, en absoluto, bajo ni leve) que busque a Cecil Taylor o a los discos místicos de Coltrane, que hay en ellos suficiente material como para entretener ( deleitando, claro ) paladares perfectos. Éste no queda a la zaga por mucho que algunos ( atrincherados en la intransigencia, en la pureza, en cierta concepción unívoca de los placeres ) se empeñen.

Emilio Mora
de
www.masmusika.net

Lionel Hampton presents Gerry Mulligan 1977

01. Apple Core (Gerry Mulligan)
02. Song for Johnny Hodges (Gerry Mulligan)
03. Blight of the Fumble Bee (Gerry Mulligan)
04. Gerry Meets Hamp (Lionel Hampton, Gerry Mulligan)
05. Blues for Gerry (Lionel Hampton)
06. Line for Lyons (Gerry Mulligan)
07. Walkin' Shoes (Gerry Mulligan)
08. Limelight (Gerry Mulligan)

Lionel Hampton:
vibráfono
Gerry Mulligan: saxo
Hank Jones: piano
Bucky Pizzarelli: guitarra
George Dudivier: contrabajo
Grady Tate: batería
Candido Camero: percusión

Es un disco de 1977 en este disco se combina muy afortunadamente el dulce y razonado sonido de Gerry Mulligan con sus patrones melódicos y una sensación rítmica swing inyectada por Lionel Hampton. El disco esta audiblemente influido por la corriente en ese entonces ya en decadencia (debido al gran boom )del groovy jazz por el uso de congas (Candido Camero) que se mezcla con el estilo cool de Mulligan y las frases entrecortas de Hank Jones que realmente luce brillante. Pese al gran peso del gran maestro Hampton el carisma de la grabación nunca deja el saxofón de Gerry Mulligan. Bucky Pizzarelli en la guitarra tiene algunos solos afortunados en "Limelight" mientras que en otros temas el uso de penta tónicas de blues desenmarca con el famoso sonido grave de Mulligan. La participación de Grady Tate son francamente un descanso de grandeza de Mulligan, Hank Jones y Hampton sin embargo no hacen rompimiento alguno sino que enmarca un ritmo de franca invitación.El tema que da nombre a algunas reimpresiones del disco (Gerry Meets Hamp) no es lo mejor del disco. Salvo "Blight of the Fumble Bee" cualquier otro tema es francamente superior pero lo que hace grandioso cualquiera de los números son los solos.Es un disco indispensable, histórico y francamente recomendable.

Eric Clapton "Me and Mr Johnson" 2004

01. When You Got a Good Friend
02. Little Queen of Spades
03. They’re Red Hot
04. Me and the Devil Blues
05. Travelling Riverside Blues
06. Last Fair Deal Gone Down
07. Stop Breaking Down Blues
08. Milk Cow’s Calf Blues
09. Kind Hearted Woman Blues
10. Come on in my Kitchen
11. If I Had Possession Over Judgement Day
12. Love in Vain
13. 32-20 Blues
14. Hell Hound on my Trail
.
Eric Clapton: voz, guitarra
Andy Fairweather Low: guitarra
Doyle BramhalI: guitarra
Billy Preston: teclados
Nathan East: bajo
Steve Gadd: batería
Jerry Portnoy: armónica

En el booklet de su CD Me and Mr. Johnson, Eric Clapton –alguna vez considerado dios de la guitarra– ejecuta un formal ejercicio de humildad y gratitud: “Mi vida entera ha estado marcada por la obra de un solo hombre”. La referencia devocional a Robert Johnson –alguna vez sospechado de haber pactado con el diablo– es enfatizada luego con un velado acto de contrición: “No lo considero (a Johnson) una obsesión, sino un punto de referencia que me ayuda a encontrar mi camino cuando estoy a la deriva”. No deja de ser una paradoja que Clapton, con la divinidad de su parte, haya esperado toda una vida para homenajear a alguien que grabó su discografía entera (29 canciones) en cinco sesiones, ayudado –eso sí– por un tentador padrino espiritual. En 2004, con un homenaje notable y tardío, Clapton redefinió los términos del pacto: recuperó parte de sus fuerzas perdidas en el lánguido blues ejecutivo y, a cambio, proyectó sobre Johnson (muerto en 1938, a los 27 años) una merecida luz ulterior. Un puñado de canciones da cuenta del tributo blanco al más grande de los bluesingers: “Travelin Riverside Blues”, “Love in Vain”, “Come on in My Kitchen”, entre otras. Algún purista extrañará, con razón, la ausencia de otros clásicos, como “Walkin’ Blues”, “Sweet Home Chicago” y “CrossRoads”, que ya había grabado en los tiempos de Cream. Otros, menos atentos a la formalidad del repertorio, encontrarán en este trabajo los pliegues de un sutil entramado histórico y musical. Llegarán a la conclusión de que, definitivamente, resultaría difícil encontrar dos músicos de blues más distintos entre sí que Clapton y Johnson. Esa certeza vuelve aún más interesante este disco. El abismo entre ambos es indefinible, pero las grabaciones, un repaso de sus vidas y el apoyo logístico de la leyenda, ayudan a dibujar el camino que siguió la más popular de las músicas del siglo XX.Que el rey del delta blues influyó en Clapton es una verdad de perogrullo: el legado involuntario de Johnson se manifiesta en todo el rock, desde los años ‘50 hasta hoy. Allí se acaban, en principio, las afinidades. Donde Johnson se arrastra en los algodonales para perderse a la noche en alguna taberna con whisky adulterado, asoma la insobornable pulcritud de Clapton. Cuando Johnson se esfuma misteriosamente después de cada “show”, acosado por la ley y por mujeres clandestinas, aparece Clapton, gentleman previsible en los Grammy que lo esperan y en los trajes Armani que ya le diseñaron. El espíritu de la música que “hacen” es solo una derivación de estas diferencias de piel. Aunque los dos hagan blues. Pero aquí vale la aclaración: el talento de Johnson, que se intuye y se verifica en el rock contemporáneo, está encerrado en los libros de historia y en las antologías para fanáticos. El oído medio del blusero actual está preparado para absorber la versión blanca, trivializada y eléctrica de aquella historia irrecuperable. Y Clapton es el mejor a la hora de releer musicalmente aquellos sonidos de condena y melancolía. Hasta puede decirse que es su gran mérito y, a esta altura, su karma. En los últimos años, cada vez que quiso despegar de ese camino, trastabilló. En Me and Mr. Johnson condujo su voz lánguida y su finísima guitarra por un sendero seguro: no se vio tentado ni por la aspereza visceral de las grabaciones originales de los ’30, ni por la posibilidad de exasperar su virtuosismo; prefirió recostarse en la solidez de su banda y dejarse llevar por esa cadencia hipnótica que tienen las canciones de Johnson. Algunas más ligeras como “32-20 Blues” y “Last Fair Deal Gone Down”, pero todas protegidas por una especie de inmunidad sobrenatural. Que no se sabe si viene de Dios o del diablo, pero es bienvenida.

Fernando Daddario
del diario Pagina 12
http://www.pagina12.com.ar/diario/discos/index-2004-04-06.html

martes, 16 de diciembre de 2008

Keith Jarret “Setting Standards” 1985

cd 1
01. Meaning of the Blues (Bobby Troup)
02. All the Things You Are (Jerome Kern)
03. It Never Entered my Mind (Rogers & Hart)
04. The Masquerade is Over (Herb Magidson)
05. God Bless the Child (Billie Holliday)
cd 2
01. So Tender
02. Moon and Sand
(Alec Wilder)
03. In Love in Vain (Jerome kern)
04. Never Let me Go (Jay Livingston)
05. If I Should Lose You (Ralph Rainger)
06. I Fall in Love Too Easily (Sammy Cahn)
cd 3
01. Flying Part I
02. Flying Part II
03. Prism

Keith Jarret: piano
Gary Peracock: contrabajo
Jack DeJohnette: batería
.
Una gran reedición de 2008 pertenece a Keith Jarret con el legendario y mas extenso trío en la historia del jazz junto a Gary Peacock en contrabajo y Jack DeJohnette en batería, en una edición internacional de 3 discos, publicados originalmente a mediados de los 80. Uno de los tríos mas consistentes en la historia del jazz, con 18 discos oficiales publicados en unos 20 años de trabajo en conjunto, se encontró por segunda vez (la primera había sido en 1977 en ocasión de grabar un disco de Gary Peacock) en Enero de 1983 en el Power Station Studio de Nueva York, y, en un par de sesiones (alguna crónica relata que fue solo una sesión extendida) grabaron uno de los trabajos mas reconocidos de la obra de Jarret: dos series de standards clásicos del jazz mas un disco de originales de Jarret con su sello personal. A 25 años de esa memorable sesión ECM decidió publicar un box set con los 3 discos. Si Ud quiere saber de que se trata la música de Jarret, este es el disco. Imperdible, inmejorable, excelente. Los 3 en su máxima expresión musical haciendo un notable equipo donde se revitalizan los standards; la típica ferocidad armónica de Jarret encuentra una base de colaboración en el virtuosismo de Peacock y la solvencia y experiencia de DeJohnette; parejo, sólido, energético, y, por sobre todo, hermoso, lindo de escuchar, agradable. Los discos de los standards son de lo mejor que ha producido Jarret, mientras que Changes es un típico ensayo de las largas improvisaciones de Jarret de mas de 15 minutos donde Peacock y DeJohnette demuestran ser los únicos que pueden seguir sin dificultad a este extraordinario y controversial pianista, sobre la base de un entendimiento que va mas allá de lo musical, haciendo suponer una comunicación telepática entre los 3. El cuarto instrumento de la grabación es la particular voz de Jarret, acompañando sus partes de piano con sus tradicionales vociferaciones; se podría decir que va “cantando” su parte a medida que la toca en el piano... aunque, si eso es cantar.... Es el punto álgido sobre el cual los detractores de Jarret siempre lo han atacado: no puede contener el impulso de seguir con su voz lo que va tocando, y muchos encuentran esto distractivo y simplemente espantoso. Tal vez no recuerden que Thelonius Monk o Bud Powell hacían lo mismo... En fin, este detalle no le quita mérito a la excelencia de este trabajo fundamental; mas bien el punto a cuestionar sería por que se está editando material de cierta edad (junto con esta edición internacional, recordamos que se editó en Argentina “My Foolish Heart”, disco en vivo en Montreaux grabado en 2001) en vez de editar material nuevo de Jarret. Se me hace difícil de creer que un provocador creativo como Jarret no tenga nada nuevo para mostrar. El interrogante queda abierto.
Alberto “Tano” Rosso
"NoTanDistintos"
FM Urbana

Bill Frisell “History Mystery” 2008

cd 1
01. Imagination
02. Probability Cloud
03. Probability Clous Part II
04. Out of Body
05. Struggle
06. Momentary Suspension of Doubt
07. Onward
08. Baba Drama (Boubacar Traore)
09. What We Need
10. A Change is Gonna Come (Sam Cooke)
11. Jackie Ing (Thelonius Monk)
12. Show me
13. Boo and Scout
14. Struggle Part II
15. Heal
cd 2
01. Another Momentary Suspension of Doubt
02. Probability Cloud Reprise
03. Monroe
04. Lazy Robinson
05. Question
06. Answer
07. Faces
08. Subconcious Lee (Lee Konitz)
09. Monroe Part II
10. Question Part II
11. Lazy Robinson Part II
12. What We Need Part II
13. Waltz for Baltimore
14. Answer Part II
15. Monroe Part III

Bill Frisell: guitarra electrica, guitarra acústica
Greg Tardy: saxo tenor, clarinete
Ron Miles: trompeta, corneta
Jenny Scheinman: violin
Eyvind Kang: viola
Hank Roberts: cello
Tony Scherr: contrabajo
Ken Wollenson: batería

Bill Frisell, a no dudarlo, es uno de los grandes guitarristas de la actualidad, un instrumento que, tan indispensable en otros géneros, en el jazz suele dar, en cambio, un toque distintivo, desde las épocas de Django Reinhardt y Charlie Christian, pasando por Wes Montgomery y Kenny Burrell hasta los Pat Metheny y John Scofield de estos tiempos. En “History Mystery” su reciente disco doble, Frisell nos sorprende con un octeto que incluye cuerdas, vientos, contrabajo, batería y su formidable guitarra (eléctrica mayormente, pero en algunos temas, también acústica), y con semejante diversidad de voces, no se extraña la presencia de un piano. El disco doble grabado en directo, repasa buena parte de su trayectoria a lo largo de más de 20 años con la música, siempre dentro del jazz, pero experimentando con diferentes géneros que van desde la música clásica hasta el country, pasando por el rock, y el blues, claro. El sonido, ya clásico, de su guitarra se impone desde el track inicial “Imagination” con puntos altos en “Baba Drame”, en “Faces” con cierto aroma a tango, en “Waltz for Baltimore” y en “A Change is Gonna Come” un cover de Sam Cooke donde brilla el saxo de Greg Tardy. También se destaca la base rítmica de la agrupación Sex Mob, Tony Scherr en contrabajo y Kenny Wollensen en batería, dentro de una banda que se completa con el trompetista Ron Miles y el trio de cierdas que integran Jenny Scheinman, Wyvind Kang y Hank Roberts, dentro de un muy buen trabajo de uno de los músicos más inquietos del momento.
Guillermo Blanco Alvarado
"NoTanDistintos"
FM Urbana

lunes, 15 de diciembre de 2008

Kenny Garret “Pursuance" 1996

01. Countdown
02. Equinox
03. Liberia
04. Dear Lord
05. Lonnie’s Lament
06. After the Rain
07. Like Sonny
08. Pursuance
09. Alabama
10. Giant Steps
11. Latifa
.
Kenny Garrett: saxo
Pat Metheny: guitarra
Rodney Whitaker: contrabajo
Brian Blade: batería

Ya se ha hecho costumbre hoy en día en el vilipendiado mundo de la música emular a los grandes maestros. Lamentablemente a veces, por no decir casi siempre, este “emular” se convierte en “copiar”, y como ya es conocido en el séptimo arte, “las segundas partes nunca son buenas”, y es lo que suele ocurrir con los discos de tributos. Aún recuerdo un desastroso disco de tributo a King Crimson, banda de la que me declaro fanático a muerte, llamado “Schizoyd Dimension”, si es que lo llegan a ver por favor quémenlo. Bueno, esto suele pasar a mi gusto por dos razones:
1. Se trata de emular al artista al pie de la letra, y todos sabemos que el original siempre es mejor, sobre todo cuando hablamos de grandes músicos o bandas (como lo que pasa con el disco que ya nombré);
2. Los discos si bien rinden tributos, se alejan demasiado del estilo original, y por lo tanto alejan a los adeptos a tal grupo. por ejemplo todos los tributos que hace el String Quartet.
En “Pursuance” (1996), no ocurren ninguno de estos dos fenómenos tan comunes. En realidad es como un bicho raro dentro del mundo de los covers. Para hacerlo aún más complicado, Kenny Garrett decide hacer un disco para rendirle homenaje al virtuoso y mítico cuerno tenor de John Coltrane, quizás el saxofonista que mas ha influenciado a todas las generaciones posteriores de tales instrumentistas, revolucionando el mundo del jazz al inventar una nueva forma de tocar este bronce. El disco se mantiene a raya dentro de los márgenes del hard-bop (que los hermanos Marsalis han sabido mantener a flote en su beta más pura, un estilo que parece percibir cada día más adeptos), presentando una cuota de frescura que lo diferencia de un hard-bop clásico mas de los ‘60-‘70.El batallón:Garrett en el saxo alto, un músico que debo admitir no conocía antes de escuchar este disco y con el cual quede sorprendido. Como la mayoria de los saxos modernos, es inevitable escuchar la gran influencia del método de Coltrane en su sonido (a pesar de que Garrett cultiva el alto, mientras que Coltrane hacia de las suyas en el Tenor y Soprano), pero no cae en la copia: le imprime su estilo propio, fraseando suavemente cuando es necesario en ciertas baladas, con cambios de volumen que lo mantienen a uno despierto y atento a lo que vendrá después (“Equinox”). Tomando un tema clásico del maestro, de su monstruoso discazo “Giant Steps” e imprimiéndole el sonido free-jazz que cultivaría Coltrane en sus ultimos años (“Countdown”). En la guitarra el fructífero y virtuoso de la eléctrica Pat Metheny, un hombre que se mueve por variedad de estilos del jazz (digamos be-bop, Hard-bop, múltiples tipos de fusión, etc.) y que le pone un tono de frescura al disco, especialmente en el tema “Lonnie’s Lament”, en donde hace gritar a su guitarra como ya nos tiene acostumbrados en sus trabajos para caer en una catarsis junto a Garrett. En la batería Brian Blades, un hombre que sabe como pegarle a los tambores al mas puro estilo de un Max Roach o un Elvin Jones, es como un batero sacado de los años sesenta con una fuerza y soul novedosas por decir lo menos que brindan una columna rítmica perfecta al disco, junto al contrabajista Rodney Withaker, quien quizás es el punto mas bajo de la formación, sin aportar mucho en su instrumento, pero permite junto a Blades que haya un despliege melódico ideal en la otra sección de la banda.
En resumen, un disco que suena, llena y se agradece, que recrea clásicos de la cantera del mas grande saxofonista de todos los tiempos (junto a Charlie Parker, para no herir sentimientos) imprimiendo una frescura a estas joyitas del bop. Garrett, si bien suena a Coltrane, no toca “a lo Coltrane”, toca a lo Garrett, y esto permite tener un disco al que por fin le podemos llamar “un digno tributo”. Pongámosle un 8/10, recomendable para los amantes del bop.


Alex Levine

viernes, 12 de diciembre de 2008

Johnny Halliday "Le Coeur d'un Homme" 2007

01. Monument Valley (Christian Lejalé)
02. Etre un homme (Yvan Cassar)
03. Always (Didier Golemanas)
04. Chavirer les foules (Michel Mallory)
05. Vous madame (Jacques Veneruso)
06. Je reviendrai dans tes bras (Jean Fauque)
07. Que restera-t-il (Didier Golemanas)
08. T'aimer si mal (Marc Lévy)
09. Ma vie (Laurent Vernerey)
10. Laquelle de toi (Fred Blondin)
11. Sarbacane (Francis Cabrel)

12. Ce que j'ai fait de ma vie (Bernie Taupin / Jim Cregan)
13. I Am the Blues (Bono)


Johnny Halliday:
voz
Doyle Bramhall II, Tony Joe White, Paul Personné: guitarra
Yvan Cassar: teclados
Laurent Vernerey, Eric Sauviat: bajo
Dennis Benarrosch, Abraham Laboriel: batería
Geoff Dugmore: percusión
Jean Michel Tavernier: armónica
Cristophe Guiot: violin
Slim Batteux, Alain Couture, Amy Keys, Windy Wagner: coros
invitados
Taj Mahal: voz, guitarra en track 08
Keb Mo: voz, dobro en track 04
.
Algunos medios lo han definido como “La estrella más grande de rock de la que jamás has oído (fuera de Francia)”. Los más benévolos lo llamaron “El Elvis Presley francés” y los más críticos, “la respuesta francesa a Cliff Richard”. Lo cierto es que Johnny Hallyday carga con una extensa historia musical. Su primer disco fue editado en 1960 y se convirtió en uno de los artistas más reconocidos de Francia: en 2000 cantó frente a medio millón de personas en la Torre Eiffel. Pero ahora que acaba de cumplir 65 años decidió que es tiempo de dejar las giras y vivir un poco más tranquilo, y editó un disco de blues, “Le coeur d'un homme” (El corazón de un hombre). En la tapa del CD aparece sentado en un sillón, vestido con un traje y una guitarra dobro recostada a sus pies. Le coeur d'un homme es un álbum dispar pero que vale la pena escuchar sobre todo para disfrutar como suena el blues cantado en francés y por la buena selección de músicos que lo acompañan: Taj Mahal, Tony Joe White, Keb' Mo y Doyle Bramhall II. Hay algunos blues cargados de puro sentimiento e interpretados con crudeza, como "Etre un homme" (Ser un hombre) , "T'aimer si mal" (Quererte tan mal) o "Chavirer les foules", donde Keb' Mo mata con la dobro . Eso es lo mejor del disco. Después hay un par de baladas intrascendentes ( Ce que j'ai fait de ma vie y Que restera-t-il) , una canción olvidable que está para integrar el track list de un disco de Peter Cetera (Always) y el corte de difusión, "I am the Blues", escrito por Bono, que fue pensado más para que suena en las FM comerciales que en un disco como éste . Más allá de eso, Le coeur d'un homme es en general un buen ejemplo que resalta la universalidad del blues. De la ribera del Mississippi al corazón de París; distinto idioma, misma pasión.

Martin Sassone
de www.lacasadelblues.com.ar

Christian McBride "Gettin to it" 1995

01. In A Hurry
02. The Shade of the Cedar Tree
03. Too Close For Comfort
04. Sitting On a Cloud
05. Splanky
06. Gettin’ To It
07. Stars Fell On Alabama
08. Black Moon
09. King Freddie Of Hubbard
10. Night Train

Christian McBride
: contrabajo
Joshua Redman: saxo
Roy Hargrove: trompeta
Steve Turre: trombón
Cyrus Chestnut: piano
Lewis Nash: batería
Milt Hinton: bajo elèctrico
invitado
Ray Brown: contrabajo

A finales de los ochenta y principios de los noventa, se produjo un pequeño relevo generacional en elpanorama del jazz en los Estados Unidos. Relevo, no tanto de estilo sino de nombres, consistente en la exploración de nuevas formas de aproximación al jazz desde un punto de vista ecléctico. Jóvenes como Joshua Redman, Chris Potter, Kevin Eubanks o nuestro protagonista, Christian McBride, son exponentes de lo que os estamos comentando.
Christian McBride nace en Philadelphia en 1972. Comienza a tocar el bajo eléctrico y luego el acústico a temprana edad. Tras estudiar en su ciudad natal y recibir innumerables premios escolares, se traslada a Nueva York, lo que ya le supondrá sus primeros contratos con el grupo Free Flight y viajando por Europa con la Joven Escuela de Philadelphia, a la vez que combina estas giras con actuaciones en clubes neoyorquinos. Después llegarán sus colaboraciones con músicos como Roy Hargrove, Freddy Hubbard, Ray Brown o con el Pat Metheny’s Special Quartet, en donde también coincidirá con el saxo tenor Joshua Redman, con quien realizará una gira en 1993. Todo este bagage de experiencias hará que firme por el sello Verve en 1994, componiendo el disco que os proponemos“Gettin’ to It” . Con Verve grabará “Number Two Express” en 1996, “A Family Affair” en 1998 y “SCI-FI” en 2000. A finales de este año colaborará en la gira de Sting y en 2002 se unirá a la banda de George Duke. En 2003 abandona Verve para firmar por Warner , para grabar “Vertical Vision”.
McBride ha colaborado con infinidad de músicos y grupos, entre los que destacamos a George Benson, Carly Simon, Natalie Cole, Chaka Khan y un larguísimo etcétera.
El disco es variado y en ocasiones brillante. No queremos desvelaros demasiado de él. Transcurre por muchos estilos y estados de ánimo: soul , funky, hardpop, sonido New Orleans … Extraordinarios los colaboradores : Redman, Hargrove, Ray Brown, Lewis Nash, Steve Turre, Cyrus Chestnut y Milt Hinton.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

David Newman "Diamondhead" 2008

01. Diamondhead
02. Can We Be friends
(James Swift)
03. New York State of Mind (Billy Joel)
04. Cedar’s Blues
05. My Full House
06. Skylark
(Hoagy Carmichael)
07. Star Eyes (Gene De Paul, Don Raye)
08. Mama Lou
09. It’s You or No One
(Sammy Cahn)

David Newman:
saxo
Curtis Fuller: trombón
Cedar Walton: piano
Peter Washington: contrabajo
Yoron Israel: batería

producido por Houston Person
grabado por Mitch Yuseph

Nueva producción del veterano y gran tenor David “Fathead” Newman. Muchos se preguntarán quien es este señor; bien vale el gasto recordar que fue “el saxo tenor” de la banda de Ray Charles en el esplendor de la misma, ha acompañado a figuras del jazz como Red Garland y Eddie Harris y que es uno de los músicos mas notables del Rhythm and Blues, con 32 discos en su haber como solista. Newman en tenor, flauta y alto; los legendarios Curtis Fuller en trombón y Cedar Walton en piano; Peter Washington en bajo acústico y Yoron Israel en batería forman esta interesante banda que nos entrega un muy buen disco de jazz. Sin dejar de lado su espíritu de R&B, Newman hace un notable despliegue de su habilidad como compositor y como músico en una bien elegida variedad de temas, tres de su autoría, uno de Walton, cuatro standards de todos los tiempos y un cover de Billy Joel. Sólido, energético, apasionado; Newman tiene un excelente sonido tanto en el tenor, en el alto como en la flauta, instrumentos que toca con fluidez y delicadeza, de un modo realmente inspirado; en cada tema la propuesta es variada, haciendo base en el concepto del hard bop evoca al gospel, al blues y al r&b sin que esto se convierta en un refrito de sonido, todo lo contrario; el gran mérito de toda la banda es hacer de esto un sonido atractivo que invita a ser escuchado. Y si hablamos de la banda, en cierto modo, es lógico que produzcan un jazz de gran nivel; Fuller es una leyenda viva del trombón, sigue teniendo la misma presencia sonora y la misma maestría que en los 60 cuando era una de las estrellas de las sesiones en Blue Note (baste recordarlo junto a Lee Morgan en “Tom Cat”), el nivel de dialogo que establece con Newman nos despierta de los recuerdos y nos devuelve a una actualidad brillante. Igual es el caso de Walton, un tremendo pianista, otra de las estrellas de Blue Note; sigue teniendo en sus manos destreza, velocidad, armonía y melodía para dar una magnífica base rítmica, una gran estructura sobre la que Newman y Fuller construyen con la tranquilidad de saber que la base esta asegurada. Colaborando al mismo nivel se encuentran dos viejos compañeros de ruta de Newman, Washington en el bajo e Israel en batería se desempeñan con solvencia, de forma compacta, poniendo lo que hay que poner (musicalidad, variación tonal y ritmo) junto a Walton. Bien por donde lo mire; es uno de esos discos que gusta mucho a la primera escucha y va gustando mas cada vez que va a parar a la compactera; uno se hace amigo muy rápido de este disco que transita por una variedad de climas de forma natural y provee una gran calidez sonora ambiental. Muy buen disco, insisto; y, por si fuera poco, una gran afirmación de una realidad ambivalente: tipos que han superado la barrera de los 70 años de edad (Newman 75, Fuller 74, Walton 74) están en perfectas condiciones para seguir produciendo jazz de un fantástico nivel, mientras que tipos mas jóvenes a veces se pierden en la nebulosa de la innovación y no logran atraer con su música... A pesar de ser una buena noticia que los mayores estén muy saludables preocupa un poco que no haya recambio generacional; los “jóvenes talentos” ya no son tan jóvenes (Roy Hargrove y James Carter, por citar 2 ejemplos ya están sobre los 40 años) y es notoria la falta de nuevos músicos (entre los 20 y 30 años) que estén produciendo buen jazz.

Alberto Rosso
"NoTanDistintos"
FM Urbana

Don Cherry "Art Decó" 1988

01. Art Decó
02. When Will the Blues Leave
03. Body and Soul
04. Bemsha Swing
05. Maffy
06. Folk Medley
07. The Blessing
08. Passing
09. I've Grown Accistomed to your face
10. Compute

Don Cherry
: trompeta
James Clay: saxo tenor
Charlie Haden: contrabajo
Billy Higgins: batería

Don Cherry siempre ha sido un músico con mucha capacidad de sorprender al oyente y al aficionado al jazz. Si Ornette Coleman, su fértil y versátil compañero de emociones, cambió la música de jazz con un saxo alto de plástico, Cherry adoptó la trompeta de bolsillo quizás con similar intención: devolver protagonismo al artista en detrimento de la técnica instrumental. Su trayectoria discográfica sigue una línea algo irregular, cosa natural en un talento inquieto y en absoluto acomodaticio. Sus trabajos al lado de Coleman o a los dúos con el pianista ya fallecido, Ed Blackwell, así lo confirman.
Pero ante la presencia de este disco que hoy recomendamos, cualquier reproche queda fuera de lugar. "Art Deco" es la obra cumbre de Don Cherry. Un disco que muchos tacharon en su tiempo de conservador, incluso de paso atrás en su carrera profesional, pero nada más lejos de la realidad. La empatía con el saxo tenor y olvidado James Clay, un músico versátil que se confiesa discípulo de Sonny Rollins y Dexter Gordon al mismo tiempo, la aportación del extraordinario bateria, Billy Higgins, con quien le unía una afinidad musical importante, y el maravilloso trabajo del contrabajista Charlie Haden redondean un disco maduro y sorprendente.
Como era lógico el espíritu de Ornette está presente en la grabación, especialmente en los tres temas que compuso el propio Don Cherry, pero permite que el saxo de Clay sea el dueño absoluto de las dos baladas del disco, la clásica “Body and Soul” y la exquisita "I've Grown Accustomed to Your Face" y Haden y Higgins, hace lo lo propio con el delicioso "Folk Medley" y el formidable: "Passing".
Cherry también es autor de otros trabajos que no han mejorado su posición en el circuito jazzistico. En cualquier caso la aportación de este magnifico músico al estudio e investigación del jazz es indudable y ese afán formativo le ha llevado a dotarse de un estilo propio pero al mismo tiempo imprevisible.Un disco que le sorprenderá de un músico poco conocido que ayudó en su época a reinventar el jazz.

extraído de la página Apolo y Baco
www.apoloybaco.com

Cassandra Wilson "Loverly" 2008

01. Lover Come Back to Me (Oscar Hammerstein)
02. Black Orpheus (Luiz Bonfá)
03. Loverly (Frederik Loewe)
04. Gone With the Wind (Herb Magidson)
05. Caravan (Duke Ellington)
06. Till There Was You (Meredith Wilson)
07. Spring Can Really Hang You Up the Most (Laudesman)
08. Arere (Jason Moran)
09. St James Infirmary (Irving Mills)
10. Dust my Broom (Robert Johnson)
11. The Very Tought of You (Ray Noble)
12. Sleepin’ Bee (Truman Capote)

Cassandra Wilson: voz, guitarra acùstica
Marvin Sewell: guitarra elèctrica
Jason Moran: piano
Lonnie Plaxico: bajo
Herlin Riley: batería
Lekan Babalola: percusión
invitados
Nicholas Payton: trompeta
Reginald Veal: contrabajo
Rhonda Richmond: coros

producido por Cassandra Wilson & Bruce Lundvall
grabado por Kent Bruce

En opinión de este periodista, la mejor cantante de jazz de la actualidad por lejos, Cassandra Wilson nos deleita con su nuevo disco, casi totalmente de standards, donde luce su registro vocal diferente, su maravilloso decir, su particular forma de recrear famosísimos temas de jazz como “Caravan” de Duke Ellington o “St James Infirmary” aquel blues que interpretara fenomenalmente Louis Armstrong y también se anima a versionar otras canciones que conociéramos en las voces de monstruos como Nat “King” Cole (Lover Come Back to Me), Peggy Lee (Till There Was You) o Ella Fitzgerald (Spring Can Really Hang You Up the Most). El secreto, está claro, es la “reinterpretación” que hace Cassandra, con su toque distintivo, siempre dentro de una instrumentación sin estridencias pero no por ello exagerada en su simpleza, ejecutada por músicos de primer nivel como el notable pianista Jason Moran, el guitarrista Marvin Sewell, la base rítmica que forman Lonnie Plaxico en bajo, Herlin Riley en batería y Lekan Babalola en percusión que brillan durante todo el disco, e invitados como el destacado trompetista Nicholas Payton y el bajista Reginald Veal. El album tiene un solo tema orginial “Arere” casi una improvisación diseñada por Jason Moran, que denota un cambio menor de intenciones respecto de un disco de versiones diferentes y que cuenta con dos perlitas muy especiales, "Dust my Broom" un tema del bluesman de los años 30 Robert Johnson y "Sleepin' Bee"una canción cuya letra pertenece al genial escritor Truman Capote.

Guillermo Blanco Alvarado
"NoTanDistintos"
FM Urbana

Randy Crawford & Joe Sample "No Regrets" 2006

01. Everyday I Have The Blues (Peter Chatman)
02. Today I Sing The Blues (Curtis Lewis)
03. Respect Yourself (Mark Rice)
04.Angel (Sarah McLachlan)
05. Me Myself And I (Irving Gordon)
06. Just One Smile (Randy Newman)
07. Don't Put All Your Dreams In One Basket (Dennis Morgan)
08. This Bitter Earth (Clyde Ottis)
09. Starting All Over Again (Leroy Mitchell)
10. No Regrets (Charles Dumont)
11. Lead Me On (Don Robey)
12. Angel Of The Morning (Chip Taylor)

Randy Crawford: voz
Joe Sample: piano
Anthony Wilson: guitarra
Gary Grant: trompeta
Dan Higgins: saxo
Christian McBride: contrabajo
Steve Gadd: batería
.
producido por Tommy LiPuma and Joe Sample
grabado por Larry Levine

El año 2006, la cantante Randy Crawford y el pianista Joe Sample reabrieron su colaboración profesional con el disco "Feeling Good". Su éxito en todo el mundo, nos refrescó la memoria acerca de aquel inolvidable "Street Life" para el que Randy puso la voz, Joe la composición y con el que el grupo The Crusaders consiguieron el salto de popularidad necesario para llegar a públicos más amplios. Han pasado tres décadas y, aunque con altibajos, Randy Crawford sigue teniendo una de las voces más prodigiosas del jazz-soul. Por su parte el pianista Joe Sample, ha seguido siendo ese músico capaz de sorprendernos siempre, tanto en sus grabaciones en solitario, como con su banda de la que es miembro fundador.
Ahora, los dos vuelven con "No Regrets", continuación en todos los sentidos del álbum anterior. Han contado con el mismo productor, Tommy Lipuma, los mismos músicos (Steve Gadd en la batería y Christian McBride al bajo) y un repertorio amplio para satisfacer a los incondicionales de una y otro. "No Regrets" abre con el tema de la Count Basie Orchestra "Everyday I Have The Blues", para dejar claro la identidad del disco y para demostrar también, la gran categoría de Joe Sample a la hora de arreglar temas y su "maestría" a la hora de tocar el piano según una técnica en la que cada nota te dice algo. "Respect Yourself", el tema de The Staples Singers, es otra de las piezas clave de este nuevo trabajo que además, incluye "Just One Smile", original de Randy Newman y que interpretase en el 69 la gran cantante Dusty Springfield.
Antonio Fernández
de www.vivejazz.blogspot.com

James Carter "Present Tense" 2008

01. Rapid Shave (Dave Burns)
02. Bro Dolphy
03. Pour Que Ma Vie Demeure (Django Reinhardt)
04. Sussa Nita
05. Song of Delilah
(Victor Young)
06. Dodo’s Bounce (Dodo Marmarosa)
07. Shadow Sands (Jimmy Jones)
08. Hymn of the Orient (Gigi Gryce)
09. Bossa JC.
10. Tenderly
(Walter Gross)

James Carter: saxo
Dwight Adams: trompeta
D.D. Jackson: piano
Rodney Jones: guitarra
James Genus: bajo
Victor Lewis: batería
Eli Fountaine: percusión

producido por Michael Cuscuna
grabado por Jim Anderson

Con sumo placer y agrado le presento el último disco de uno de los jóvenes grandes que muestran que el jazz sigue bien vivo y tiene mucho, muchísimo mas para dar; el gran James Carter y su reciente producción “Present Tense”. En el disco nro. 12 de su carrera, James Carter se hace cargo de la santísima trinidad; saxo (soprano, tenor y barítono), flauta y clarinete bajo, acompañado por Victor Lewis en batería, D.D. Jackson en piano, Dwight Adams en trompeta, James Genus en bajo, Rodney Jones en guitarra y Eli Fountain en percusión. “Titulé éste álbum Present Tense (Presente, haciendo referencia al tiempo verbal) porque captura donde estoy ahora mismo... Estoy también trabajando con mas liricismo en éste álbum, y estoy haciendo presentaciones mas concisas en la música en vez de estar tocando durante 10 u 11 minutos” Estas palabras de Carter son un breve resumen de lo que se escucha en el disco, un disco típico Carter al 100%: para amarlo a primera escucha u odiarlo sin medias tintas. Y conmigo este disco tuvo un efecto hipnótico inmediato. Pasando distintos ritmos y sonidos a la clave de un jazz soberbio, impactante, elegante, digno de la grandeza de este verdadero genio del saxo, Carter ha encontrado junto a su banda y a la excelente producción de Michael Cuscuna (responsable de la Blue Note Collection) un equilibrio perfecto, notable. Carter hizo propio el concepto Davis de “less is more”; deja de lado la pirotecnia habitual en su estilo y nos ofrece una serie de interpretaciones que muestran toda la magia y habilidad que tiene, tocando lo justo y necesario y administrando sus energías, poniendo cuando hay que poner y saliendo cuando hace falta, sin que eso signifique tocar sin la garra habitual en su estilo. El tipo tiene la capacidad de sacar melodías exquisitas hasta de una corneta de cancha; es un técnico brillante y se luce de punta a punta en todo el disco sin necesidad de sobresaturar su interpretación, gracias al apoyo de una banda que esta a su mismo nivel. Adams en la trompeta, con un estilo que evoca a Freddie Hubbard, cierra a la perfección y con gran solvencia todas las propuestas melódicas de Carter. La base rítmica piano, bajo y batería se luce dando un sostén fluido en todos los temas del disco, sonando con naturalidad, pasando del bebop a la bossa sin ningún esfuerzo; da la impresión que han hecho siempre ese estilo de música. Las apariciones de Jones y Fountain en los temas donde son requeridos redondean con su aporte un sonido delicioso, rico en matices, variado, completando así una excelente banda para un disco excelente. Bebop, hard bop, baladas, funk urbano, bossa, free jazz; todo está en este disco. Muchos lo criticarán por haber abandonado su modo frenético y explosivo (por momentos similar al de John Zorn y, al igual que la música de Zorn, a veces muy difícil de escuchar por la fatiga auditiva que provoca) y haberse convertido en un artista “comercial”; no tengo duda que este, junto a “The Real Quietstorm” va a ser un disco de gran venta; a mi me parece que Carter ha crecido, ha evolucionado, se ha establecido como figura en el mundo del jazz, ya no tiene que demostrar nada a nadie y toca lo que tiene ganas, lo que no quiere decir que James se nos pase al espanto horroroso del “smooth jazz”. A no dudar con este disco excelente; acomódelo sin vergüenza al lado de Bird, Trane, Hawk, Dexter, Shorter, Sonny ...

Alberto “Tano” Rosso
"NoTanDistintos"
FM Urbana