lunes, 30 de marzo de 2009

Blue Note 7 "Mosaic" 2009

01. Mosaic (Cedar Walton)
02. Inner Urge (Joe Henderson)
03. Search For Peace (McCoy Tyner)
04. Little B’s Poem (Bobby Hutcherson)
05. Criss Cross (Thelonius Monk)
06. Dolphin Dance (Herbie Hancock)
07. Idle Moments (Duke Pearson)
08. The Outlaw (Horace Silver)

Nichoas Payton: Trompeta
Ravi Coltrane: Saxo tenor
Steve Wilson: Saxo alto
Bill Charlap: Piano
Peter Bernstein: Guitarra
Meter Washington: Contrabajo
Lewis Nash: Batería

La excusa es perfecta: celebrar los 70 años del que es, tal vez, el sello discográfico más importante en el mundo del jazz, Blue Note Records. Y que mejor para esta ocasión que convocar a algunos de los mas importantes músicos de jazz de la actualidad para recrear una parte de la música que hizo grande al sello; el grupo se tituló Blue Note 7 y el disco es “Mosaic”, una verdadera celebración del jazz. Nicholas Payton en trompeta, Ravi Coltrane en el saxo tenor, Steve Wilson en el saxo alto, Peter Bernstein en guitarra, Bill Charlap en piano, Peter Washington en el contrabajo y Lewis Nash en batería, asumieron la responsabilidad de interpretar una serie de temas de algunos de los grandes músicos que pasaron por el sello. A priori y con estos datos uno imagina que los temas van a ser los clásicos hits de Blue Note, por ej. “The Sidewinder” de Lee Morgan, “Song for my father” de Horace Silver, o, temas de los músicos más renombrados: Jackie McLean, Freddie Hubbard, Dexter Gordon, Stanley Turrentine, Kenny Dorham, Donald Byrd... Pues no, el grupo eligió libremente lo que le vino en ganas y se ocupó en reimaginar temas de tipos pesadísimos en la grabadora pero que no necesariamente eran los más populares. De ese modo nos encontramos, entre otros, con “Inner Urge” de Joe Henderson, “Dolphin Dance” de Herbie Hancock, “Little B’s Poem” de Bobby Hutcherson, “Searching for Peace” de McCoy Tyner o “Criss Cross” de Thelonious Monk (recuerde que la primera grabación “oficial” de su carrera, Genius of Modern Music Vol. 1 y 2, fue en Blue Note) entre otros. Lo interesante del grupo es que no se concentró en hacer un cover de cada tema elegido; apostaron a una reinterpretación y reimaginación de cada tema, asumiendo el riesgo que implica alejarse de la línea fácil que seria tocar lo ya tocado con algún tinte personal de los solistas. Con eso en mente, el septeto se mete de lleno en una labor brillante, donde se nota la mano del gran pianista Bill Charlap en los arreglos de los temas. Realmente la tarea tanto del grupo como de los solistas es de un nivel de excelencia; asombra el compromiso interpretativo individual y conjunto; todos tienen algo para mostrar y lo hacen en el momento adecuado y de un modo excepcional, muy inspirados. La tarea de Nicholas Payton es excelente, desde su trompeta salen sonidos que evocan a todos los grandes del instrumento que tuvieron una estadía en Blue Note poniendo su estilo personal y en mas de una oportunidad es quien da la pauta armónica y melódica con un sonido rico, con muchos matices y muy suelto, formando una gran dupla con Ravi Coltrane. Ravi hace honor a su apellido, sin ninguna duda es un grande del tenor y aquí se lo nota muy solvente y contestando o proponiendo a Payton y a la banda melodías intensas o de gran suavidad de acuerdo al momento de cada tema. Papá John estaría orgulloso de este hijo, y, comentario aparte, no caben las comparaciones entre Ravi y John; recuerde que John fue un genio que hizo todo lo que se podía hacer con un tenor y fue mas allá; Ravi es simplemente distinto, tiene la capacidad para hacer de todo y aquí elige estar muy sobrio, medido y equilibrado. Charlap brillante en sus solos y arreglos; es evidente que en su sostén creativo todo el grupo hace base, con acordes muy limpios, clásicos, de muy buen gusto y con solos de la gran calidad característicos del pianista. Muy buena tarea de Bernstein, en los momentos que le toca aparecer lo hace con aportes de una guitarra eléctrica muy agradable, teniendo su momento de gloria en Idle Moments, ese tema maravilloso que inmortalizó su compañero de instrumento y notable de Blue Note Grant Green; aquí Bernstein capta de un modo estupendo el sentimiento y la energía contenida de la interpretación de Green y lo regenera de forma maestra. La base que dan Washington y Nash es soberbia; dos viejos conocidos que cumplen sobradamente con su deber y rememoran las grandes duplas de base que pasaron por los estudios (la primera que me viene a la mente es Paul Chambers-– Art Taylor). A partir de la maestría individual que cada uno del septeto despliega, el conjunto no puede sonar de otro modo que no sea orgánico, colaborador, aceitado, magnífico, excelente. Prácticamente agotado ya en su primera edición (obviamente en EEUU y Europa) Amazon ha puesto a la venta una segunda edición especial, que trae una sorpresita: son 2 cds y en el cd 2 se encuentran las versiones originales de los temas interpretados para continuar la celebración y agregar valor a este extraordinario disco. Totalmente recomendado; una muestra de la gran música que supo salir y sale de las entrañas de una de las vacas mas sagradas del jazz: Blue Note Records.

Alberto “Tano” Rosso
"NoTanDistintos"
Sabados 19.00
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viernes, 27 de marzo de 2009

Madeleine Peyroux "Bare Bones" 2009

01. Instead
02. Bare Bones
03. Damn the Circunstances
04. River of Tears
05. You Can Do me
06. Love and Treachery
07. Our Lady of Pigalle
08. Homeless Apiñes
09. To Love You All Over Again
10. I Must be Saved
11. Something Grand

Madeleine Peyroux: voz, guitarra acústica
Dean Parks: guitarra eléctrica, mandolina, clarinete
Larry Goldings: teclados
Jim Beard: piano
Carla Kihlstedt: trompeta, violín
Larry Klein: bajo
Vinnie Colaiutta: batería
Luciana Souza, Rebecca Pidgeon: coros

producido por Madeleine Peyroux & Larry Klein
grabado por Helix Hadar

La cantante y guitarrista Madeleine Peyroux presenta la primera colección de canciones propias en su nuevo álbum “Bare Bones”. El sucesor de los “Careless Love” (2004) y “Half The Perfect World” (2006) contiene sólo composiciones de las que Madeleine fue parte desde el principio, convirtiéndose en su trabajo más íntimo y personal. Nuevamente con la producción del legendario Larry Klein, “Bare Bones” es entonces un álbum de exploración, que llega a su esencia artística, pasando por estados emocionales variados que van de la cautela a la pérdida, la aceptación y finalmente a la esperanza.“Instead”, abre el disco, es el primer single y precisamente su mejor carta de presentación: escrita junto a su amigo Julian Coryell, tiene un tono vitalista que propone apreciar el lado positivo de las cosas ‘en vez de’ su contra-cara oscura, algo que vine bien en tiempos de una crisis global tan profunda como la actual. La deslumbrante “River of Tears” y la oscura road movie “Love and Treachery” evocan a Leonard Cohen en su cristalina precisión y su tensión emocional mantenida. La rica en imágenes “You Can’t Do Me” empieza con un groove que recuerda a los mejores temas de Steely Dan y, de hecho, está escrita con uno de sus miembros, Walter Becker. Una especie de madrigal posmoderno, “Our Lady of Pigalle” habla de una mujer que está paseando por las calles muy tarde de noche, y a la que un hombre invita a irse a la cama con él. Y “I Must be Saved”, compuesta íntegramente por Peyroux, describe “el esfuerzo de no perder algo, sólo para darte cuenta más tarde de que vas a perderlo de todas formas: si me pierdo en tu mente, en tus pensamientos, entonces tengo que salvarme”.Desde el punto de vista estructural, sus objetivos como una cantautora que busca la síntesis (“no incluir nada en la canción que no necesite estar ahí, pero sí contar lo suficiente de una historia como para conseguir todo lo que necesita”) se cumplen aquí en su grado máximo. Mientras que la composición del disco llevó una buena parte de varios años, la grabación en Los Angeles quedó completada en menos de una semana gracias a la comunicación reinante entre Peyroux y los grandes instrumentistas: Dean Parks en guitarras y otras cuerdas, Larry Goldings al órgano, Jim Beard en piano, la batería de Vinnie Colaiuta, Carla Kihlstedt en violín y el mismo Klein que toca el bajo. El disco se grabó casi todo ‘en vivo’, compartiendo el espacio del estudio para darle un sabor más orgánico: hicieron la canción que da título al álbum en una sola toma, “Homeless Happiness” en dos y ninguna necesitó más de cuatro o cinco.

lunes, 23 de marzo de 2009

Joe Bonamassa "The Ballad of John Henry" 2009

01. Ballad of John Henry
02. Stop (Samantha Brown)
03. Last Kiss
04. Jockey Full of Bourbon (Tom Waits)
05. Story of a Quarryman
06. Lonesome Road Blues
07. Happier Times
08. Feeling Good (Nina Simone)
09. Funkier Than a Mosquito’s Tweeter (Ike Turner)
10. The Great Flood
11. From the Valley
12. As the Crow Flies (Tony Joe White)

Joe Bonamassa: Voz, guitarra
Rick Melick: Teclados
Carmine Rojas: Bajo
Bogie Bowles: Batería
invitados
Blondie Chaplin: Guitarra, coros
Antón Fig: Batería
David Woodford: Saxo

El disco de blues más esperado del 2009, “The Ballad of John Henry” el nuevo trabajo del cantante y guitarrista Joe Bonamassa ya está en la calle … en las calles de New York, de Los Angeles, de Miami, de Londres, de Madrid, de Tokio, en Buenos Aires, ni noticias, asi que acá le vamos a contar un poco de que se trata este album que sucede al exitoso “Sloe Gin” del 2007 aunque en el medio, el año pasado se editó un trabajo en vivo denominado “Live From Nowhere in Particular”.
Un trabajo producido por Kevin Shirley que trabajó con Led Zeppelín y Aerosmith entre otros y que se mueve entre el blues tradicional, el blues rock eléctrico, el rock and roll, la balada y hasta el hard rock, jugando brevemente con la música country y el ragtime. Dentro de este panorama Bonamassa brilla a la altura de sus mejores trabajos, con solos de guitarra épicos que lo afirman en esa posición de guitar hero que supo construir en los últimos años, pero demostrando que es, ante todo, un gran cantante de blues, quizás el mejor después de Buddy Guy en la actualidad, luciendo su voz y su guitarra en todos los géneros por los que navega, apoyado en su banda habitual formada por el tecladista Rick Melick, el baterista Bogie Bowles y el gran Carmine Rojas en bajo, alguien que supo ganarse unos dinerillos tocando con gente como David Bowie, Rod Stewart (en su primera visita a Argentina), Tina Turner, Julian Lennon y otros. Además, como invitados aparecen Blondie Chaplin, el sudafricano que hace coros con los Rolling Stones, en guitarra y voz, el baterista Anton Fig y el saxofonista David Woodford.
El album empieza con el tema que le da nombre, en ritmo de rock and roll fuerte, continúa con “Stop” uno de los blues más clásicos del disco, un cover, en realidad de la inglesa Samantha Brown, tiene particulares versiones de “Jockey Full of Bourbon” de Tom Waits, “Funkier Than a Mosquito Tweeter” de Ike Turner, “Feeling Good” el blues que inmortalizara Nina Simone y “As the Crow Flies” de Tony Joe White, aunque los puntos más altos del disco son otro blues “The Great Flood” y “Store of a Quarryman” al borde del hard rock.
Otro muy buen trabajo de este joven blusero que a los 12 años sorprendió al propio B.B. King con su forma de tocar la guitarra y que hoy, absolutamente consolidado, se muestra como uno de los artistas más destacados del blues y el rock and roll que uno pueda encontrar. Un gran disco


Guillermo Blanco Alvarado
"NoTanDistintos"
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miércoles, 18 de marzo de 2009

Bill Bruford & Michiel Bortslap "In Two Minds" 2008

01. Kinship
02. In Two Minds
03. From the Source We Tumble Headlong
04. Flirt
05. Low Tide Camber Sands
06. Art of Conversation
07. Conference of the Bees
08. Sheer Reckless Abandon
09. Duplicity
10. Shadow Dance
11. Odd One Out
12. All Blues (Miles Davis)

Michiel Bortslap: piano, teclados
Bill Bruford: batería, percusión

Producido por Bill Bruford & Paul Sparrow
Grabado por Torsken Breivik & Geir Ostensjo

Luego de conocerse en el año 2002, Michiel Borstlap (piano, teclados) y Bill Bruford (batería electrónica y acústica) tocaron a dúo en varias oportunidades, lo que quedó plasmado en un conjunto cd-dvd del año 2005. Durante 2006 y 2007 salieron a escena nuevamente y, resultado de esos encuentros que tuvieron en Gran Bretaña y Noruega es este disco. Borstlap es un pianista que tiene en su curriculum, luego de haber ganado el Thelonious Monk /BMI Composers Award de 1996, haber tocado con Herbie Hancock, Wayne Shorter, Pat Metheny, Jeff “Tain” Watts, George Duke entre otros, además de ser un asiduo colaborador con DJ’s de su Holanda natal. Bill Bruford no necesita presentación, es el baterista que tocó con las 3 bandas más importantes del rock progresivo (Yes, King Crimson y Genesis) y ha trabajado con músicos de todas las extracciones, siendo el jazz la fuente a la que regresa en toda oportunidad que puede. Si bien no es algo muy común, un dúo piano (y teclados) con un baterista no es una novedad. Bruford ya había grabado algo similar junto a Patrick Moraz (1983), pero esto es algo distinto. La diferencia radica en que en este disco la música es una improvisación completa, está generada en ese momento en particular “sin previa discusión respecto al tempo, tonalidad, duración y cualquier otra expectativa extraña”, en palabras de Bruford. La única edición que tiene el disco es la extracción del público presente en los conciertos para dar la sensación de estudio; y, en lo musical, estamos frente a 2 músicos que no parecen estar improvisando, el dúo es muy consistente y el sonido que producen es impactante por lo descontracturado. Borstlap, con un estilo que evoca a Thelonius Monk, hace pie en un sonido que va entre la vanguardia, el free, la fusión y el ambient minimalista, con un excelente sentido melódico aún en los momentos en los que se acerca al free. La tarea de Bruford es brillante; toca siempre bien; no hay un solo golpe fuera de lugar y muchas veces es quien le da el pie a Borstlap para que largue la respuesta del piano en oposición o acompañamiento a la batería. Aún así, hay observaciones que yo hago, y responden a 2 cuestiones que están fuera de lo musical, son del ámbito de la edición del disco. La primera observación es el orden de los temas en el disco. Se entiende que en una improvisación libre no hay una estructura pre fijada, pero es complejo pasar de un sonido cuasi vanguardista a un ambient mínimo; el oído queda caliente a la espera de continuar un clímax que se corta. En ese sentido el disco es un poco desparejo. La segunda observación responde a la duración de la música. El disco en total no llega a la hora de duración (57 minutos) y, siendo de excelente calidad, uno se queda con las ganas de mucho mas. Fuera de estas observaciones personales, el disco me pareció muy bueno; es extraño, atractivo, incómodo, complejo; esta tocado de un modo fantástico y con gran musicalidad; aunque sea limítrofe en varios estilos de libre improvisación no pierde nunca el sentido melódico, cumpliendo una de las máximas de Monk: “Dejá de tocar todas esas notas raras, tocá la melodía“. Ideal para la colección de jazz fusión.

Alberto “Tano” Rosso
"NoTanDistintos"
Sabados 19.00
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martes, 17 de marzo de 2009

Nat "King" Cole "After Midnight" 1957

01. Just You Just Me
02. Sweet Lorraine
03. Sometimes I'm Happy
04. Caravan
05. It's Only A Paper Moon
06. You're Looking At Me
07 - The Lonely One
08 - Don't Let It Go To Your Head
09 - I Know That You Know
10 - Blame It On My Youth
11 - When I Grow Too Old To Dream
12 - Get Your Kicks On Route 66

Nat “King” Cole: voz, piano
John Collins: guitarra
Charlie Harrings: contrabajo
Lee Young: batería

Pese a ser un hombre de carácter templado, cuya música siempre fue fácil para el oído, Nat “King” Cole logró ser una figura de considerable controversia durante sus 30 años como músico profesional. Desde finales de los 40 hasta mediados de los 60, fue un cantante pop masivamente exitoso, quien brilló junto a contemporáneos tales como Frank Sinatra, Perry Como y Dean Martin.Compartió con aquellos colegas una carrera que comprendió éxitos discográficos, giras internacionales, programas televisivos y radiales, y apariciones cinematográficas. Pero, a diferencia de ellos, no había emergido de un contexto como cantante de big-band de la era swing. En cambio, había pasado una década como un celebrado pianista jazzero, que había liderado su propio pequeño grupo. Extrañamente, esto fue una fuente de controversias. Por alguna razón, parece haber entre los críticos más seguidores del jazz que del pop, y la transición que hizo Cole entre el jazz y el pop (durante un período en el que jazz se estaba haciendo menos popular), fue vista como una traición. Al mismo tiempo, como prominente "entertainer" afroamericano, durante una era de tumultuosos cambios en las relaciones sociales interraciales en los Estados Unidos, se vio desfavorecido por los diferentes bandos. Sus esfuerzos de integración, que incluyeron demandar a hoteles que rechazaron admitirlo o mudarse a un vecindario en Los Angeles que anteriormente había sido exclusivo de la población blanca, le ganaron la enemistad de los racistas. Una vez, incluso, fue víctima de un ataque físico, estando en escena en Alabama. Pero, también, los activistas por los derechos civiles algunas veces lo criticaban por no hacer lo suficiente por la causa.Tales controversias no oscurecen su verdadero talento como intérprete, sin embargo. El desmayo de los fans del jazz ante su retiro de esa música debe medirse respecto de sus logros como músico de jazz. Heredero de Earl Hines, con quien estudió estrechamente siendo Nat un niño, en Chicago, fue también una influencia para seguidores como por ejemplo Oscar Peterson. Y su trío, que emergió en los días postreros de la era swing, ayudó a proseguir el camino con un formato de small-band. Menos bien recordados, sin embargo, son los logros de Cole, su voz rica, humeante, su enunciación cuidadosa, y la calidez, el intimismo y el buen humor que puso en su aproximación al swing, le permitieron sobresalir tanto en las baladas y en las novedades que tuvo más de 100 simples y más de 2 docenas de LPs en los rankings pop a lo largo de un período de 20 años, lo suficiente para rankearlo como el cantante pop más exitoso de su generación, superado únicamente por Sinatra. Tras su muerte, Cole continuó atrayendo a ambos bandos que se excluían mutuamente, los del pop y los del jazz, que tanto lo habían apreciado durante toda su vida. Los fans del jazz continuaron atesorando sus grabaciones de los 30 y 40 y despreciando las grabaciones no-jazzeras que había hecho con posterioridad. (En 1994, el empresario discográfico alemán Klaus Teubing compiló “Straighten Up and Fly Right”, que se interrumpía explícitamente a principios de los 50.) Los fans pop aclamaron las reediciones de Cole de los 50 y los 60, dándole status de albumes de oro a las compilaciones que Capitol siguió reuniendo, sin preocuparse demasiado por el talento del cantante como pianista. (Y, como sus grabaciones cayeron en dominio público en Europa, donde hay un límite de 50 años para el copyright, un desparramo de reediciones de baja calidad inundó el mercado). Pero el debate, que prosigue, fue sólo prueba de la continua atracción que ejerce Cole sobre los amantes de la música, atracción que en las décadas posteriores a su prematura muerte no muestra ningún signo de abatimiento.


Coco Montoya "Dirty Deal" 2007

01. Dirty Deal
02. Three Sides of Every Story (Gary Nicholson)
03. Love Gotcha (Lloyd Jones)
04. How do You Sleep al Night (Mike Andersen)
05. It Takes Time (Ottis Rush)
06. It’s my Own Tears (Johnny Copeland)
07. Coin Operated Love
08. Clean State (Gary Nicholson)
09. Put the Shoe on the Other Foot (Hugh Williams)
10. It’s All Your Fault (Lowell Fulson)
11. Ain’t No Brakeman (Fontaine Brown)

Coco Montoya: voz, guitarra
Paul Barrere: guitarra, coros
Bill Payne, Tony Stead: teclados
Kenny Gradney, Steve Evans: bajo
Randy Hayes, Richard Hayward: batería
Roger Cole, Ed Kanon: percusión

Nuevo lanzamiento del 2007, presentamos el nuevo CD del que fuera baterista de Albert Collins y guitarrista de John Mayall, el señor Coco Montoya, este artista nacido en California produjo “Dirty Deal”un material realmente muy bueno, con un sonido más crudo que en los anteriores trabajos discográficos. Se destaca un sonido de guitarra más al frente, debemos destacar que Collins le enseñó a este zurdo maravilloso el arte de conjugar las notas para que suenen cautivantes. Once temas componen esta placa que sale bajo el sello Alligator, lo acompañan a Coco los amigos de Little Feat, Paul Barerre, Kenny Gradney, Richie Hayward y Bill Payne. Montoya es hoy uno de los valores más encumbrados dentro del blues contemporáneo, un CD para comprar, lo califico como excelente con temas propios y covers de gente como Ottis Rush, Lowell Fulson y Johnny Copeland entre otros.

Rodrigo Domínguez "Soy Sauce" 2008

01. Era de uranio
02. Cementerio club
03. Wendolin
04. Asilo en tu corazón
05. La melodía es en tu alma
06. Parvas
07. Seguir viviendo sin tu amor
08. Por

Rodrigo Domínguez: saxo
Juan Pablo Arredondo: guitarra
Jerónimo Carmona: contrabajo
Carto Brandán: batería
Ernesto Jodos: piano en track 08

Los argentinos sabemos, o al menos, deberíamos saber y muy bien, quién es Luis Alberto Spinetta, también conocido como "El Flaco" y uno de los referentes ineludibles de la música contemporánea argentina.Líder de bandas como Almendra, Pescado Rabioso, Invisible y Spinetta Jade ha ofrendado verdaderas gemas artísticas desde su debut discográfico en 1968. En su momento tildado de hermético incluso por colegas, hoy día (aunque esto no resulte garantía de nada), habría que tener las convicciones bien puestas (aunque mal orientadas) para permitirse negar su influencia que excede los parámetros del rock y el pop.Pero no vamos a hablar de un disco del querido Luis Alberto, sino de una suerte de homenaje que le ha tributado uno de los músicos más respetados de la escena jazzística argentina: el saxofonista Rodrigo Domínguez.Un músico en plena evolución y con una presencia potente desde la creación del a esta altura mítico Quinteto Urbano con el que grabara tres álbumes entre los años 1999 y 2004 con la compañía de Oscar Giunta, Guillermo Delgado, Juan Cruz de Urquiza y Diego Schissi.Su álbum debut, “Tonal”, fue editado por el sello BAU Records en 2004 en formao de trío (Sergio Verdinelli en batería y Ernesto Jodos en órgano Hammond). El único punto de contacto con su segunda entrega, “Soy Sauce”, parece ser el carácter instrumental de ambos. “Tonal” contiene composiciones propias; “Soy Sauce”, de Spinetta. “Tonal” es en trío, “Soy Sauce”, en cuarteto. El músico... ¿es el mismo?
La respuesta rápida es sí, es el mismo... pero no mucho. Este Domínguez de hoy es una versión mejorada, pulida, del de 4 años atrás. Ha sabido acumular todas y cada una de sus experiencias, ya sea con Mariano Otero, Mariana Baraj, Lucía Pulido, Fernando Tarrés, Hernán Merlo, Miguel Tarzia, porque el saxofonista ha sido y es uno de los músicos más requeridos y re-queridos de la actualidad. Y se sabe que los argentinos (y en especial los porteños) regalamos poco y nada. Pero se metió en una brava el saxofonista. Se metió con un intocable. Porque para muchos, Spinetta es Dios (suponiendo que ese Dios sea verdaderamente importante).
Desde hace algún tiempo el jazz ha estado abrevando en las mieles (cada vez más amargas) del rock. Pero no ha sido moneda muy corriente en la Argentina y, mucho menos, un álbum dedicado enteramente a un artista. Local. Y proveniente del rock. Pero Domínguez, que es Rodrigo, lo hizo. Para la empresa, convocó a Carto Brandán en batería, Jerónimo Carmona en contrabajo y Juan Pablo Arredondo en guitarra. O sea, un cuartetazo. Que viene tocando el repertorio desde hace rato y que ha grabado este álbum entre los días 14 y 27 de diciembre de 2007.
El repertorio seleccionado es tan ecléctico como la carrera de Spinetta, quien ha brindado gemas acústicas como “Kamikaze” y un alto porcentaje de “Artaud”, rock furioso con Pescado rabioso, el acercamiento al jazz con la Banda Spinetta y Spinetta Jade, música de películas como “Fuego Gris” y una carrera intachable con los lógicos altibajos que surgen principalmente desde la subjetividad. Hoy Spinetta sigue siendo motivo de orgullo por su pasado pero también por su lúcido presente, discordante con las desmesuras mediáticas de muchos de sus compañeros de ruta. Domínguez adoptó, desde la elección el repertorio, una postura bien spinettiana. No sabemos las razones, pero lo cierto es que no están “Muchacha ojos de papel”, “Me gusta ese tajo”, “Alma de diamante”, “Rutas argentinas”, “Despiértate nena”, “Resumen porteño”, “Maribel”, “Camafeo”, “Durazno sangrando” o “Laura va”. Las elecciones pasaron por otras necesidades, aparentemente. Y si ustedes creen que Domínguez redujo su tarea a copiar el original en forma instrumental, están la mar de equivocados.
El comienzo es con “Era de uranio”, de “Bajo Belgrano” de 1983, tercera entrega de Jade. La melodía se reconoce desde las primeras notas; pero también queda claro que el tratamiento es similar al que podría realizarse con un standard (algunas composiciones de Spinetta, acaso... ¿no lo son?). Sustentado por una atractiva base a cargo del imbatible tandem Brandán - Carmona y las sutilezas de Arredondo, el saxofonista da dos minutos de gracia antes de adentrarse en aquello que se dice desde lo escrito pero que aún está por escribirse. Domínguez exprime su tenor de manera sensible y generosa hasta el traspaso (un canto a la sutileza) en el liderazgo a Arredondo quien hace lo suyo dejando un espacio esencial para poder apreciar a un sobrio Carmona y a un Brandán con ganas de hacer lío del bueno. El contrabajista toma la posta para que, finalmente, el líder retome la melodía de origen (con todas sus licencias) y caigamos en la cuenta que el inicio tal vez podía ser mejor; pero cuesta imaginarlo.
“Cementerio club”, de “Artaud” de 1973, un blues devenido en una suerte de malambo desde la base con un Brandán en llamas, un Carmona ubicuo y Arredondo sosegándose en beneficio del cuarteto. Carmona jamás se va del cementerio en su solo y ahí radica el valor agregado de su entrega. Brandán y Arredondo meten infinidad de sutilezas, lo necesariamente contenidas como para que el contrabajo siga mandando. La entrada del saxofonista es una delicatessen; el cuarteto amenaza con desmadrarse pero saben a qué están jugando. Y sin jugar para la tribuna, ganan, con un final tan exquisito como memorable.De “Don Lucero” (1989) viene una de esas gemas secundarias, “Wendolin”. La intro, con Brandán percutiendo con las manos, Carmona sosteniendo el departamento (giro para fans) y Domínguez en soprano, preanuncia algo gordo. Las escobillas y los tímidos (¿respetuosos?) acordes de Arredondo son el respaldo ideal para el saxofonista, que supo hacerse el espacio para tener ídem. Lo estamos entendiendo a Otero con eso de la luz que llega lejos. La sensación es que los cuatro están tocando en un metro cuadrado, como para no despertar a los vecinos y con un swing envidiable. Carmona, tal vez un poco atrás en la mezcla, nos invita a apreciarlo con auriculares, subiendo los graves o haciendo explotar los parlantes. Otra sutil entrada de Arredondo (con canturreo incluido) y el ahora trío es un reloj suizo de los de verdad. Bueno... en este formato han grabado el magnífico Trío, del guitarrista, y se nota. Las complejidades aquí... a ver... esperen... recurramos al archivo que, a veces, ayuda. Domínguez, declarando a este site: "Hago mías las palabras de Tony Malaby:(saxofonista); "Me gusta que la técnica no se note"
“Asilo en tu corazón” fue incluida en el álbum que Spinetta realizara junto con Fito Páez, “La, la, la” (1986). “Calma, relax”, una larga intro comandada cómodamente por el líder quien, promediando la versión, cede en bandeja el territorio a un Arredondo sutil, a caballo de una base descontracturada que propicia la reaparición de Domínguez. Una meseta en el álbum. Con vista al mar y sin arena en los zapatos.”La melodía es en tu alma”, también de “Don Lucero”, trae consigo un gran arreglo y una magnífica performance del saxofonista en soprano, una suerte de interludio comandado por Arredondo con sutiles efectos y una base que pareciera coquetear con la displicencia. El soprano reaparece con las Duracell a pleno y Brandán tiene un protagonismo reverencial haciendo gala de musicalidad plena desde sus tambores.”Parvas” abría el segundo LP del doble “Almendra 2”. Reflexiva entrega del cuarteto, con cierto aire free contenido y que gracias a una constante tensión se transforma en uno de los momentos más intrincados y subyugantes de “Soy Sauce”. La letra dice (en su versión original, por supuesto): "sólo ilumina la noche". Error, querido Luis... aquí hay mucha luz también...
El ¿hit single? “Seguir viviendo sin tu amor” de “Peluson of Milk”, (1991) es el último de los temas de “Soy Sauce” interpretado en cuarteto. Aquí la melodía se reconoce desde el inicio mismo. El buen aporte instrumental alcanza con creces para que la versión sea correcta, pero no mucho más.El álbum finaliza con “Por”, de “Artaud”, versionada a dúo por Domínguez en tenor y Jodos en piano. La letra es una sucesión de palabras ¿sin sentido? No todo es lo que parece. La atmósfera free es concordante con aquello de "Árbol, hoja, salto, luz, aproximación, mueble, lana, gusto, pie, té, mar, gas, mirada, nube, loba, dedo, cal, gesticulador, hijo (...), parecer, clavo, coito, Dios, temor, mujer, por". Notable entrega a cargo de ambos y un cierre que no es el ideal... nos quedamos con ganas de más...
Rodrigo Domínguez, en su segundo álbum solista, ha homenajeado a Luis Alberto Spinetta. Lo ha hecho con dedicación, respeto, talento y cierta bienvenida irreverencia. No van a creer ustedes que van a poder cantar sobre estas versiones cual karaoke de única (mala) monta. Spinetta puede sentirse verdaderamente orgulloso de estas relecturas. Y Rodrigo Domínguez puede sentirse satisfecho y más. Porque aquella luz de la que habló Otero, está llegando muy lejos. Y amenaza con ir a más.

Marcelo Morales
de www.elintruso.com.ar

lunes, 9 de marzo de 2009

Derek Trucks "Already Free" 2009

01. Down in the Flood (Bob Dylan)
02. Something to Make You Happy
03. Maybe This Time
04. Sweet Inspiration (Spooner Oldham)
05. Don’t Miss Me
06. Get What You Deserve
07. Our Love
08. Down Don’t Bother Me
09. Days is Almost Gone
10. Back Where I Started
11. I Know
12. Already Free

Derek Trucks: Guitarra, voz
Mike Mattison: Voz
Doyle Bramhall II: Guitarra, voz en track 03, 07
Susan Tedeschi: Voz en track 10
Todd Smallie: Teclados, bajo
Oteil Burbridge: Bajo
Mace Hibbard: Saxo
Todd Garrett: Trompeta
Kevin Hyde: Trombón
Yonrico Scott: Batería
Count Mbutu: Percusión

producido por Derek Trucks & Doyle Bramhall II
grabado por Bob Tis

Vamos a hablar la primera gran edición del 2009 dentro del ambiente del blues internacional. El nuevo proyecto del joven y talentoso guitarrista Derek Trucks, denominado “Already Free”, un album que desde ya les adelanto, no es demasiado bluesero que digamos, apenas dos, tres, cuatro temas con muy buena voluntad, mezclados con rock and roll, country, folk, pop y algún coqueteo con el gospel o el funk inclusive. Lo primero que hay que decir es que nadie podrá discutir la calidad de Trucks como guitarrista, el miembro más joven del ranking de los 100 mejores violeros según la Rolling Stone, un tipo que en 2008 participó en los discos de dos de las mayores leyendas vivas de la música y que además hicieron dos de los mejores discos del año pasado, “Guitars” del pianista de jazz McCoy Tyner, y “Skin Deep” de Buddy Guy, pero que además ya actuó con Eric Clapton, Santana, Bob Dylan, Willie Nelson, Wynton Marsalis, Bela Fleck, Johnny Winter y con los parientes, la Allman Brothers Band, (recordemos que es sobrino de Butch Trucks baterista fundador del grupo) y Susan Tedeschi (su mujer).
Y si es un hecho irrefutable su reputación como guitarrista, la sensación es que Trucks buscó un disco que le otorgara cierta masividad, quizás sea esa la explicación de que haya poco blues y una variedad de géneros tan marcada. Para ello recurrió como productor a Doyle Bramhall II que además toca la guitarra rítmica y es la voz principal en dos temas.
Ustedes se preguntarán si todo este preámbulo es solo para decir que el disco es malo? No, no es así, el disco está bueno, Trucks toca la Gibson de puta madre, sus solos son impecables, las canciones son interesantes, mayormente encuadradas dentro de lo que hoy llamaríamos Blues Rock, subgénero que tuvo a Stevie Ray Vaughan como emblema, las voces del disco se reparten entre Mike Mattison, el vocalista habitual de su grupo, Bramhall y en un tema Susan Tedeschi, por lo que la cuestión vocal es también un punto a favor, y entre los músicos hay que citar al bestial Oteil Burbridge en el bajo de algunos temas. Arranca con “Down in the Flood” un cover de Dylan y solo se acerca un poco al blues en la segunda mitad con “Down Don’t Bother me”, el soul blues “Days is Almost Gone” la mejor de todas y “Maybe This Time”, juega con el funk en “Something You Make to Happy”, se arrima al country o a lo sumo al country blues en “Back Where I Started” y el resto oscila entre el rock and roll y el pop rock, aunque lejos de aquel primer disco de 1997 cuando hacía covers de “Footprints” de Wayne Shorter, “So What” de Miles Davis, o “Naima” de John Coltrane, o de su segundo album de 1998 en el que versionaba a Howlin Wolf, Sonny Boy Williamson o Son House.
Un buen disco, digerible, amigable, fácil de escuchar sin que esto signifique un juicio de valor aunque quizás pueda decepcionar al bluesero ultra tradicional


Guillermo Blanco Alvarado
"NoTanDistintos"
Sabados 19.00
FM Flores 90.7
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Carmen McRae "Carmen Sings Monk" 1988

01. Get it Straight
02. Dear Ruby
03. It’s Over Now
04. Monkery’s the Blues
05. You Know Who
06. Little Butterfly
07. Listen to Monk
08. How I Wish
09. Man Thtas Was a Dream
10. Round Midnight
11. Still We Dream
12. Suddenly
13. Looking Back

Carmen McRae: Voz, piano
Eric Gunnison: piano
Clifford Jordan: saxo
George Mraz: contrabajo
Al Foster: batería

Una de mis favoritas, una de las primeras en esto de mujer cantante pianista con banda, Carmen McRae y su disco “Carmen Sings Monk”, no es una originalidad eso de hacer los songbooks de grandiosos del jazz (como ejemplo, su colega Ella Fitzgerald no dejó uno por hacer), pero siempre encarar esa tarea es un desafío. Evidentemente, para Carmen el desafío de hacer un songbook de su genial amigo Thelonius Monk fue a su medida, sin necesidad de estridencias ni cosas raras, aunque algunos detalles del disco son curiosos.
Este disco fue grabado en 1988 (a los 68 años de Carmen) y contó con una banda formada por Clifford Jordan en saxo, Eric Gunnison en piano, George Mraz en el contrabajo y Al Foster en batería, una banda que suena íntima, suave, aceitada, justa para la particular voz de Carmen que, a pesar de la edad, mostró que para nada estaba en decadencia (a pesar de estar seriamente enferma), todo lo contrario, en la madurez justa para reinterpretar los grandes standards de Monk. Aquí esta una de las curiosidades del disco: Carmen interpreta las letras que por ejemplo Jon Hendricks, Abbey Lincoln, ("Blue Monk") y Mike Ferro pusieron a los temas que Monk concibió como música para banda de jazz. Además, los títulos fueron cambiados, así "Rhythm-a-ning" se convirtió en "Listen to Monk," "Monk's Dream" en "Man, That Was A Dream," debido a que, según los editores del disco, las versiones puramente instrumentales se han convertido una parte separada de la “Literatura Monk”. Una combinación perfecta: temas seleccionados, la banda, la voz, la interpretación; repasa de un saque lo mejor de Monk: blues, baladas, toques de hard bop en un scat maravilloso (Get it Straight - Straight, No Chaser), un disco sólido como roca, suave como seda, esta todo bien hecho, todo cierra para que este disco sea memorable, excelente, uno de los mejores en la discografía de Carmen y, me animo a decirlo, un fundamental para la colección de jazz. Para que le guste, no hace falta que le guste el jazz, con que le guste la música es mas que suficiente. Va como piña en cualquier situación, ni hablar para una velada romántica. Recomendación completa y absoluta para este disco, no importa que género o estilo de música escuche... salvo que para ud. el modelo de vocalista femenina sea Lia Crucet o Gladis la Bomba Tucumana, en cuyo caso, este será un disco inexpugnable e inescuchable... como este sitio.


Alberto “Tano” Rosso
"NoTanDistintos"
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Donny McCaslin "In Pursuit" 2007

01. “A Brief Tale”,
02. “Descarga”,
03. “Madonna”,
04. “Sea Of Expectancy”,
05. “In Pursuit”,
06. “Village Natural”,
07. “Send Me A Postcard”,
08. “Fast Brazil”,
09. “Festival In 3 Parts”

Donny McCaslin: saxo tenor, flauta
David Binney: saxo alto
Ben Monder: guitarras
Scott Colley: contrabajo
Antonio Sánchez: batería
Pernell Saturnino: percusión

Donny McCaslin ha demostrado una evidente progresión en los últimos años, tanto en su faceta de instrumentista como a nivel conceptual, y buena prueba de ello es su reciente "In Pursuit". En él el saxofonista se rodea de unos músicos de ensueño, y sabe llevar a la banda para que todo el mundo se concentre en un objetivo común. A lo largo de los nueve cortes que componen el CD, McCaslin dosifica a sus acompañantes, crea mucho espacio armónico y varía las texturas, aprovechando al percusionista Pernell Saturnino en guiños latinos (“A Brief Tale”, “Send Me A Postcard”, “Fast Brazil” y “Village Natural”, en 5/4). El líder y David Binney (productor de la sesión) entrelazan sus discursos en “Madonna”, mientras Ben Monder abstrae su acompañamiento mostrando trozos de armonía en base a los que sus compañeros desarrollan sus improvisaciones. Dicha abstracción llega a su máximo nivel en “Sea Of Expectancy”, que presenta una colorista introducción de casi cinco minutos. McCaslin y Binney combinan a la perfección, el primero con un sonido más duro, el segundo más dulce, mientras Scott Colley y Antonio Sánchez manejan el entramado rítmico con discreción y sabiduría. El máximo nivel de intensidad se alcanza en el último tema, el largo “Festival In 3 Parts”, con un rockero Ben Monder, cuya obsesiva línea melódica queda marcada en el subconsciente del oyente.In Pursuit no sólo sirve para reivindicar la figura en alza de Donny McCaslin, también es otro logro para músicos como David Binney, Ben Monder o Scott Colley, que llevan tiempo dando que hablar en la escena neoyorquina y a los que se augura un excelente futuro.

Carlos Peñalba
usuario, de Avellaneda

Paul Motian "Time and Time Again" 2007

01. Cambodia
02. Wednesday
03. One Two
04. Whirlpool
05. In Rememberance of Things Past
06. K.T.
07. This Nearly Was mine
08. Party Line
09. Light Blue
10. Time and Time Again

Paul Motian: batería
Joe Lovano: saxo
Bill Frisell: guitarra
Definitivamente hay artistas que hacen todo mas facil... o muy, muy complicado. Este es el caso de Paul Motian y su ultimo disco “Time and time again”. Si yo le digo Motian en batería, Bill Frisell en guitarra y Joe Lovano en saxo tenor; seguramente ud. piensa en jazz en su máxima expresión, al margen de cuestiones estilísticas que le puedan surgir; son tipos que no tienen que presentar el currículum para saber quienes son; sus nombres hace rato que son reconocidos en el mainstream del jazz. Sin embargo, y con el peso y la entidad que tienen, patean el tablero y nos meten un incomodo y soberbio cachetazo auditivo, mostrando que el ambient no es solo para Brian Eno y sus seguidores, y que ante el desafío pueden hacerlo mejor que los reconocidos como “capos”....
Influenciado (según mi humilde cretinerio) por ese gran investigador creativo que es Frisell, el trio se le anima a un experimento sonoro que, realmente poco tiene que ver con el jazz. Este es, definitivamente, un disco de ambient de raza autentica. El disco tiene una rareza: si prestó atención, se dio cuenta que no hay bajo; el trio se las arregla muy comodamente para generar sonidos profundos sin necesidad de un bajista; en todo momento la dupla Frisell / Lovano cubren con una pared sonora la ausencia del bajo, y Motian le da el plafón, el fondo sonoro de una semi batería tocada con delicadeza, “a la Motian”; un tipo con muchisimo oficio y experiencia, sutil, medido, exquisito, sin estridencias ni exageraciones. Frisell dueño de ese sonido tan particular en la guitarra, la marca indeleble que lo caracteriza y que fue formador del “sonido Zorn” en sus trabajos junto al tan particular saxo de John Zorn, metiendo líneas melodicas simples, agregando un poco de maquinaria a su sonido (loops, delays, tremoslos); Lovano, un tipo muy plástico con su instrumento, demuestra en este disco que tanto su cabeza como sus manos sobre el tenor estan abiertas a nuevas experiencias, tocando de un modo suave, profundo; todo el conjunto es, en su simplicidad sonora, complejo sin ser complicado. Reminiscencias que evocan todo: escenas de un otoño frente al mar; sonidos hindúes, baladas para un encuentro romántico, una gran cortina para disfrutar de un libro frente a un fuego de maderas, un blues muy particular para acompañar un buen trago frente a la ventana... y en esto radica la parte dificil del disco; acá es donde se pone realmente muy difícil opinar lo mas objetivamente posible sobre el disco. A mi me pareció excelente; otro que va a lo mejor del año... pero me entran muchas dudas acerca de la recomendación. Esto no es jazz; es ambient; si ud espera un disco de jazz, olvídelo, este no lo es!! Yo lo ubiqué en el medio de Enrico Rava y el “Mono” Fontana. Si a ud le gusta el ambient es para salir volando a buscarlo... pero si le da sueño... no se si recomendarlo. Lo dejo a su libre albedrío....


Alberto “Tano” Rosso
"NoTanDistintos"
Sabados 19.00
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John Coltrane & Johnny Hartman "My One and Only Love" 1963

01. They Say it's Wonderful
02. Dedicated to You
03. My One and Only Love
04. Lush Life
05. You Are too Beautiful
06. Autumn Serenade

Johnny Hartman: Voz
John Coltrane: Saxo
McCoy Tyner: Piano
Jimmy Garrison: Contrabajo
Elvin Jones: Batería

producido por Bob Thiele
grabado por Rudy Van Gelder

John Coltrane sabía elegir muy bien a sus colaboradores, algo que mostró no solo con sus sucesivos conjuntos, sino también con sus puntuales asociaciones. En 1962 se metió en un estudio con Duke Ellington y solo un año después acometió una empresa similar pero esta vez con Johnny Hartman. Tuvo que ser una decisión sorprendente, porque el vocalista llevaba cinco años sin grabar, concretamente desde "And I Thought About You" (Blue Note, 1958). De hecho el cantante fue el primer sorprendido, porque cuando Bob Thiele le transmitió el deseo del saxofonista, no estaba nada convencido de sus posibilidades. Afortunadamente la grabación se materializó el 7 de Marzo de 1963 en el estudio de Rudy Van Gelder y el resultado; "My One and Only Love" es una maravilla, un clásico del jazz vocal, además de un ejemplo de compenetración entre un vocalista y un instrumentista. La pena es qu no se repitiese porque sólo seis temas (poco más de media hora) saben a poco.
Este album supone una continuación de "Ballads" de modo que nos encontramos con la ersión más accesible del cuarteto de Coltrane. Grandes dosis de swing, sensibilidad pop, temas cortos y bellas melodías tofo para un repertorio en el que naturalmente, las baladas marcan de nuevo la pauta. Hartman, uno de los mejores vocalistas de los 50's y los 60's seduce con su timbre de tenor y nos deja inmortales versiones de "My One and Only Love" y "Lush Life" (incorporada a la grabación tras escuchar en la radio justo antes de entrar al estudio, en la voz de Nat "King" Cole). Trane, por su parte, cede gustoso el protagonismo a Johnny, limitándose a contados y breves solos, ejerciendo de acompañante de lujo en la mayor parte del album. En todos los casos, sea Hartman o Coltrane quien lleve la voz solista, ahí está McCoy Tyner explicando el porqué de su presencia en tantos albums históricos.


Santiago Cervera
de www.indajaus.com


Billy Boy Arnold "Billy Boy Sings Sonny Boy" 2008

01. 1000 Dollar Bill (Arnold)
02. Love me Baby (Williamson)
03. Mellow Chick Swing (Williamson)
04. New Jail House Blues (Williamson)
05. Around This Old Juke Tonight (Arnold)
06. Half a Pint (Williamson)
07. Polly Put the Kettle on (Williamson)
08. Decoration Day (Williamson)
09. Squeeze me Tight (Arnold)
10. Black Gal Blues (Williamson)
11. Rub a Dub (Williamson)
12. Collector Man Blues (Williamson)
13. Cut That Out (Williamson)
14. Good Morning Little School Girl (Williamson)
15. Sugar Mama (Williamson)
16. Tell me Baby (Williamson)
17. Spring Time Blues (Williamson)

Billy Boy Arnold: voz, guitarra, armónica
Billy Flynn: guitarra, mandolina
Mel Brown: piano
Bob Stroger: bajo
Willie Smith: batería

producido por Billy Boy Arnold & Andrew Galloway
grabado por Alec Fraser

Billy Boy Arnold
es más que un maestro para interpretar ese viejo blues de los 40 y 50 en el estilo clásico de Chicago. Lo consigue gracias a su voz cálida, la cual notamos muy a gusto en esta producción en la que, a lo largo de 17 temas, rinde tributo a quien fuera su mentor, el Rey de la Armónica, John Lee "Sonny Boy" Williamson. Arnold tomó algunas clases con Williamson cuando era niño y eso bastó para que permanecieran juntos hasta la trágica muerte de Sonny Boy en 1948.
Aunque Arnold es un cantante mucho más explosivo que Williamson, en esta producción busca acomodarse a la sensación de las grabaciones originales, dándole un sonido muy natural. Muchos artistas buscan emular ese sonido típico, pero pocos lo consiguen. Aquí hay que anotar que Billy Boy bebió directamente de la mejor fuente y quedó impregnado de toda la magia que tenía la música de esa época

extraido de Historia del Blues
www.historiadelblues.wordpress.com



miércoles, 4 de marzo de 2009

Michael Brecker "Pilgrimage" 2007

01. The Mean Time
02. Five Months From Midnight
03. Anagram
04. Tumbleweed
05. When Can I Kiss You Again
06. Cardinal Rule
07. Half Moon Lane
08. Loose Threads
09. Pilgrimage

Michael Brecker: saxo
Herbie Hancock: teclados
Brad Mehldau: piano
Pat Metheny: guitarra
John Patitucci: bajo
Jack DeJohnette: batería

producido por Michael Brecker & Pat Metheny
grabado por Joe Ferla

Hoy les traigo la última obra de Michael Brecker; sin duda uno de los tenores mas influyentes de la era moderna post John Coltrane / Wayne Shorter, publicado póstumo recientemente y a pocos meses de su entrada a la inmortalidad; “Pilgrimage” (Peregrinaje). Hay que prestarle atención a este disco: con un nombre muy sugerente, uno puede imaginar que Brecker se estaba despidiendo de un modo angustiante de su público, del mundo del jazz y de su vida física en ese peregrinaje que todos los humanos realizamos de paso por esta vida hacia nuestro único y común destino final. Sin embargo, este disco es todo lo contrario a una despedida con lágrimas. Preste atención a lo que vamos a escuchar y después lo comentamos in extenso.
Para este disco Brecker reunió una banda de antología: Herbie Hancock y Brad Mehldau en piano, John Patitucci en bajo, Jack DeJohnette en batería y, a pesar de mis opiniones ... Pat Metheny, en guitarra. A priori uno se puede sentir llevado a opinar positivamente sobre este disco por cuestiones de simpatía o nostalgia: Brecker no llegó con vida a ver la publicación de su último disco; mi abuela siempre decía que no se debe hablar mal de una persona fallecida; pero Brecker se ocupó de aventar los fantasmas y colocar un simpático tapón en la boca a todos quienes pensaban hablar bien de su ultimo disco por cuestiones ajenas a la música: el disco es excelente. A pesar de estar seriamente enfermo, Brecker despliega en un modo magistral toda su habilidad y técnica con el tenor, tocando con una calidad incluso superior a si mismo comparado con trabajos anteriores. Si uno esperaba un disco calmo, reflexivo, melancólico, dado el momento de vida en el que se encontraba, Brecker nos sopapea con una explosión de vitalidad increíble; a su modo nos dice “me cago en la enfermedad” y nos ametralla con un set de 9 temas propios donde el único respiro que se toma es en la balada “When i can kiss you again”. La banda es como una maquina de relojería suiza. La base es envidiable; si yo tuviera la habilidad y experiencia de Brecker exigiría lo mismo; DeJonhette y Patitucci son nombres que hablan por si mismos y aquí se lucen. A eso hay que agregar a un Hancock y a un Meldhau inspiradísimos; haciendo lo que saben para conformar una base rítmica sin igual. Hasta Pat Metheny está correcto, abandonando su estilo anestésico y soporífero, mérito exclusivo de las composiciones de Brecker. Finalmente, la máquina suiza resulta tener la potencia de un cañón para entregar un trabajo pleno, lleno de energía, una lección de jazz moderno pocas veces vista. El disco tiene un solo problema: el tema mas corto dura 7 minutos y se hace imposible de pasar mas temas aquí en NTD. En síntesis, un disco magnífico; la despedida de un maestro como solo los grandes saben hacer; un testamento musical inapelable lleno de energía y vitalidad que, tema tras tema, hace propia y demostrada la bastardeada frase de Almafuerte: “No te des por vencido ni aún vencido”.

Alberto “Tano” Rosso
"NoTanDistintos"
Sábados 19.00
FM Flores 90.7
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lunes, 2 de marzo de 2009

Banda Hermética "El Calendario de los Sonidos" 2007

01. Banda Hermética
02. 16 de Octubre
03. 10 de Octubre
04. 08 de Agosto
05. 14 de Noviembre
06. 20 de Julio
07. 24 de Octubre
08. No llego
09. 2 de Setiembre
10. 19 de Agosto
11. 3 de Setiembre
12. 12 de Octubre
13. 4 de Noviembre

Marcos Archetti: bajo
Federico Nuñez: saxo alto y clarinete
Joaquín Pérez: saxo soprano y flauta
Bernardo Casagrande: saxo tenor
Federico Jaureguiberry: saxo alto
Mariano Cantero: batería
Pili Peralta: percusión
Ana Archetti: guitarra
Mariel Barreña: teclados
invitados

Juan Carlos Fontana: teclados
Beto Caletti: guitarra

No es noticia escribir sobre genialidad musical del brasileño Hermeto Pascoal, un tipo que posee la capacidad de encontrar música en todo lo que lo rodea, y de todo eso hacer música. Entre mediados del '96 y el '97, Hermeto compuso a manera de regalo de cumpleaños para cada persona del mundo, 366 canciones que jamás grabó. Este libro de consideradas proporciones se conoce con el nombre de “Calendario do Son” o “Calendario de los Sonidos” y no tiene registro sonoro. O, mejor dicho, no tenía. En la ciudad de La Plata un grupo de músicos admiradores de Hermeto comenzó en 2003 un proceso de apropiación de la obra del brasilero y, de interpretar sus temas tal cual fueran compuestos, comenzaron a realizar arreglos originales, hacer suyos los sonidos y melodias. Se autodenominaron Banda Hermética y cuando hicieron llegar sus grabaciones caseras al “Albino loco”, no solo recibieron la aprobación de Hermeto, sino que les regaló una composición que tituló “Banda Hermética”. Con este tema comienza “Calendario de los Sonidos”, el primer disco de esta agrupación platense. Música universal, como le gusta decir a Hermeto Pascoal, plena de frescura y alegría. Nuevos y buenos sonidos. Para disfrutar

Alejandro Simonazzi
de www.revueltoradio.com.ar

Henri Texier "Water Alert" 2003

01. Afrique a Leau
02. O Africa
03. Blues D’eau
04. Flaque Nuage
05. O Elvin
06. Flaque Etoile
07. Reggae D’eau
08. Flaque Soleil
09. S.O.S. Mir
10. Flaque Lune
11. Sacrifice D’eau
12. Valse a Leau

Henri Texier: Contrabajo
Francois Corneloup: Saxo barítono
Gueorgui Kornazov: Trombon
Manu Codjia: Guitarra
Christophe Marguet: Batería

Si viajaramos a Africa acompañados por este trabajo, el sonido del contrabajo de Henri Texier sería la tea que ilumina un safari de noche para ver los leones en su ambiente natural, o la celebración de un amanecer naranja. Dueño de un sonido corpóreo y de profundo toque físico y hasta me atrevo a decir musculoso en cuanto a la fuerza de la propuesta, de corte político por el problema del agua en el mundo, el francés hace su reclamo ecológico a partir de éste trabajo. El sexteto suena a pleno, en los distintos cortes del disco, eso sí, la quilla es el francés y las cuadernas (el grupo) sostienen a través de los 12 cortes, ideas y aportes a las composiciones, que hacen al resultado colectivo.También aparecen figuras musicales de indignación, por lo mencionado anteriormente y esto lleva al grupo,como en el corte 2 y 6, a un sonido contrahecho y rabioso, dicho esto último en un sentido encomiástico. La coloratura de la propuesta pasa por distintos estadíos, de la música africana, columna vertebral como sonido y fuente a explorar indefinidamente, al rock más eléctrico, a la improvisasión free, o revisitaciones a la música de su continente. El oyente se dispone a sintonizar distintos canales en los cuales visualizamos y escuchamos, por donde nos saca a pasear Henri y sus guías. Un sonido globalizador, sin caer, por supuesto, en la chamusquina comercial. Los músicos que lo acompañan son excepcionales y no esperemos menos. Francois Corneloup termina por ser la prolongación del sonido de Texier, en cuanto a grosor y gordura , lo que le da personalidad al trabajo, Manu Codjida pasa de ser Ritchie Blackmore, a Dave Fiuczynski o Marlon Brando tocando la criolla, si se lo piden y Christophe Marguet, el Shelly Mane, en la versión compuesta por él para Daktari, se acuerdan, la serie que veía de chico. Guéorgui Kornazov aporta toques aquí y allá con fineza y astucia de zorro, como en el corte Nro 7 donde nos invita a mirar un mar indefinido ( para mí ) el mejor del disco.Un álbum que demanda una escucha atenta y exigente, pero que al cabo de repetidos randoms, de nuestra compactera ( para quienes seguimos escuchando discos, como debe ser ) ofrece placeres, como tomar un vaso de agua helada en una abrasadora siesta de verano, si más sostén, que la audición de un trabajo con un grupo de músicos encaprichados con algo que decir.