viernes, 12 de diciembre de 2008

Johnny Halliday "Le Coeur d'un Homme" 2007

01. Monument Valley (Christian Lejalé)
02. Etre un homme (Yvan Cassar)
03. Always (Didier Golemanas)
04. Chavirer les foules (Michel Mallory)
05. Vous madame (Jacques Veneruso)
06. Je reviendrai dans tes bras (Jean Fauque)
07. Que restera-t-il (Didier Golemanas)
08. T'aimer si mal (Marc Lévy)
09. Ma vie (Laurent Vernerey)
10. Laquelle de toi (Fred Blondin)
11. Sarbacane (Francis Cabrel)

12. Ce que j'ai fait de ma vie (Bernie Taupin / Jim Cregan)
13. I Am the Blues (Bono)


Johnny Halliday:
voz
Doyle Bramhall II, Tony Joe White, Paul Personné: guitarra
Yvan Cassar: teclados
Laurent Vernerey, Eric Sauviat: bajo
Dennis Benarrosch, Abraham Laboriel: batería
Geoff Dugmore: percusión
Jean Michel Tavernier: armónica
Cristophe Guiot: violin
Slim Batteux, Alain Couture, Amy Keys, Windy Wagner: coros
invitados
Taj Mahal: voz, guitarra en track 08
Keb Mo: voz, dobro en track 04
.
Algunos medios lo han definido como “La estrella más grande de rock de la que jamás has oído (fuera de Francia)”. Los más benévolos lo llamaron “El Elvis Presley francés” y los más críticos, “la respuesta francesa a Cliff Richard”. Lo cierto es que Johnny Hallyday carga con una extensa historia musical. Su primer disco fue editado en 1960 y se convirtió en uno de los artistas más reconocidos de Francia: en 2000 cantó frente a medio millón de personas en la Torre Eiffel. Pero ahora que acaba de cumplir 65 años decidió que es tiempo de dejar las giras y vivir un poco más tranquilo, y editó un disco de blues, “Le coeur d'un homme” (El corazón de un hombre). En la tapa del CD aparece sentado en un sillón, vestido con un traje y una guitarra dobro recostada a sus pies. Le coeur d'un homme es un álbum dispar pero que vale la pena escuchar sobre todo para disfrutar como suena el blues cantado en francés y por la buena selección de músicos que lo acompañan: Taj Mahal, Tony Joe White, Keb' Mo y Doyle Bramhall II. Hay algunos blues cargados de puro sentimiento e interpretados con crudeza, como "Etre un homme" (Ser un hombre) , "T'aimer si mal" (Quererte tan mal) o "Chavirer les foules", donde Keb' Mo mata con la dobro . Eso es lo mejor del disco. Después hay un par de baladas intrascendentes ( Ce que j'ai fait de ma vie y Que restera-t-il) , una canción olvidable que está para integrar el track list de un disco de Peter Cetera (Always) y el corte de difusión, "I am the Blues", escrito por Bono, que fue pensado más para que suena en las FM comerciales que en un disco como éste . Más allá de eso, Le coeur d'un homme es en general un buen ejemplo que resalta la universalidad del blues. De la ribera del Mississippi al corazón de París; distinto idioma, misma pasión.

Martin Sassone
de www.lacasadelblues.com.ar

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